La Ley del juego lo confirma: si a un menor le toca un premio de la Lotería de Navidad tendrá que tributar como una donación

Si el décimo resulta premiado, aunque se trate de un regalo familiar, el menor no podrá cobrarlo y el adulto tendrá que asumir las consecuencias fiscales si le transfiere el dinero.

Varios décimos de la Lotería de Navidad |Europa Press
Fecha de actualización:

Regalar un décimo o una participación de lotería a un niño es una de las tradiciones navideñas más comunes entre abuelos u otros familiares y que más dudas genera cuando llega el momento del sorteo. Aunque pueda parecer un gesto inofensivo y entrañable entre abuelos y nietos, la Ley 13/2011 de regulación del juego establece una prohibición muy clara sobre la participación de menores y si los tutores no la cumplen, se enfrentan a problemas legales y dificultades para el cobro. 

La protección de los menores es una prioridad en la normativa, que busca prevenir conductas adictivas y proteger los derechos de la infancia frente al juego de azar.  Pero esto no significa que la costumbre esté por encima de la legalidad vigente.

En su artículo 6, la ley recoge todas las prohibiciones subjetivas relacionadas con el juego, y establece tajantemente que se prohíbe la participación en los juegos objeto de esta Ley a los menores de edad y a los incapacitados legalmente. 

La Ley fija la prohibición absoluta de participación para menores de 18 años

El artículo 6.2.a de la ley (que se puede consultar en este BOE) establece la regla central en materia de acceso. Un menor de edad no tiene capacidad legal para participar, lo que significa que tampoco puede ser el titular legítimo de un décimo premiado, independientemente de que este haya sido comprado por un adulto como regalo.

Artículo 6.2 Ley 13/2011 de regulación del juego

Si el boleto resulta premiado, el menor no podrá acudir a cobrarlo. Al intentarlo, se topará con la barrera legal, ya que la normativa exige la identificación de los participantes para garantizar que no están inscritos en el registro de prohibidos ni son menores de edad. 

Esto significa que el cobro deberá realizarlo obligatoriamente un adulto. Si la intención final es que el dinero sea para el menor, el adulto tendrá que cobrarlo a su nombre y posteriormente transferirlo, lo que ante la Agencia Tributaria se considera una donación. Esto obligaría a pagar, además de los impuestos propios de la lotería, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones correspondiente.

Sanciones para quien permita el juego a menores

La ley no solo afecta al entorno familiar, sino también a los puntos de venta. Si una administración vende lotería a un menor o permite su participación, se enfrenta a infracciones graves. 

El artículo 40 de la ley tipifica como infracción grave permitir el acceso a la actividad de juego a las personas que lo tienen prohibido, como es el caso de los menores, siempre que la entidad explotadora conozca o deba conocer dicha prohibición. 

Además, los operadores tienen la obligación legal de informar debidamente al público de la prohibición de participar a los menores de edad, considerándose una infracción leve el no hacerlo de forma clara.  Por tanto, aunque la tradición diga lo contrario, la ley confirma que la lotería es, exclusivamente, cosa de adultos.

Otras noticias interesantes

Lo más leído

Últimas noticias