La Comisión Europea pretende retirar gradualmente las ayudas económicas otorgadas a las empresas durante la pandemia de Covid. “Debe diseñarse de forma que no sea abrupta ni generalizada para evitar insolvencias que, si alcanzan una escala y magnitud que ponga en riesgo una recuperación sostenible, puede tener implicaciones para el sector bancario y para el sector público”, desprenden desde la reunión mensual del Eurogrupo y los ministros de Economía (Ecofin).
Bruselas considera que ha llegado el momento de cerrar el grifo y comenzar a otorgar el bastón de mando de la reconversión económica a las propias empresas, una vez que les han otorgado el trampolín necesario para salir del hoyo. Lo hará de esta manera, de forma paulatina, para evitar potenciales situaciones de bancarrota empresarial. Por ello, ha elevado la alerta instando a extremar la cautela sobre aquellas más proclives a ser arrastradas por el efecto quiebra.
Ahora, por tanto, y como se ha acordado en el documento que será aprobado hoy con las recomendaciones sobre la política económica a seguir en 2022, la postura de la Comisión será la de “mantener una posición fiscal de apoyo moderado en toda la zona euro”. Eso si, también incide que las ayudas que seguirán en pie irán dirigidas a “inversiones que promuevan una recuperación sostenible e incluyente, y coherente con las transiciones verde y digital”.
¿Qué empresas seguirán manteniendo las ayudas?
Bruselas apuesta por seguir manteniendo la cobertura económica a aquellas empresas que no se encontraban en bancarrota o cerca de esta situación antes de la llegada de la crisis sanitaria y que operan en sectores afectados tras la llegada de esta. Es decir, sectores como el comercio, el turismo, la cultura o el deporte en el que se pasará de “un apoyo generalizado a un apoyo más focalizado”, como define Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo.
De hecho, el documento al que dará luz verde el Ecofin establecerá un mecanismo para seleccionarlas basado en parámetros como sus ingresos en comparación con otras compañías del mismo sector, posibles retrasos en el abono de impuestos o las reestructuraciones de deuda acometidas hasta ese momento. La otra vía posible es la de la cofinanciación; esto es, que solo las empresas viables puedan solicitarla.
Asimismo, también se ha mencionado la reforma de los procesos nacionales de liquidación ante un potencial repunte de las quiebras empresariales. “Nosotros creemos que es muy importante evitar una retirada prematura de los estímulos y la política monetaria y fiscal que hemos venido desarrollando para responder a la pandemia”, afirmaba Nadia Calviño.
La vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Economía ha aprovechado para sumar aliados a la intención nacional de flexibilizar las medidas del Pacto de Estabilidad, destinadas a establecer unas finanzas sanas de los estados miembro. Con ello se quieren evitar repetir errores de la crisis financiera, cuando las que se establecieron en aquel momento frenaron la inversión, y la consecuente recuperación.
Europa aconseja reforzar la protección social de los trabajadores
“La pandemia puede tener efectos distributivos persistentes, afectando negativamente a los asalariados con menos ingresos”, justifica Bruselas, que reclama “promover salarios mínimos adecuados, al tiempo que se preserva la competitividad y la creación de empleo”.
También pide invertir en formación por los “cambios estructurales de la pandemia” y aplaude las medidas de protección al empleo tomadas, que han permitido que el paro vuelva a niveles pre pandémicos.
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