En el ámbito laboral existe una aspiración común a miles de trabajadores en España: promocionar en el trabajo y, por tanto, gozar de mejores condiciones en sus puestos. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Lo explica el psicólogo de recursos humanos, Rafa Alonso, que asegura que “en el mundo corporativo hay una verdad que es incomodísima” y es que “tú puedes ser el mejor trabajador del mundo y a lo mejor no promocionas jamás, ni te suben el salario, ni eres el mejor valorado, ni nada de nada”, sentencia.
En una publicación en sus redes sociales, el experto ha advertido que, en su experiencia, pese al esfuerzo y al rendimiento “en el mundo de la empresa hay muchos factores que influyen y no necesariamente tienen que ver contigo”.
Mejorar las condiciones dependen de una verdad incómoda
Alonso ha explicado en su vídeo, que las oportunidades de crecimiento, no siempre guardan relación con la calidad del trabajo realizado, ni con las capacidades del trabajador. “Muchas veces” depende del “tipo de personas que quieren los líderes en su empresa”, afirma. De hecho, subraya que “no depende tanto de ti, no depende tanto de que tú seas bueno o buena, realmente depende de si le caes bien o no a tu jefe. Y esto es una verdad incómoda, pero hay que decirlo”.
El psicólogo admite que esta situación responde, en parte, a una lógica interna de las organizaciones y es que, los directivos tienden a rodearse de perfiles con los que se sienten cómodos, aunque eso implique dejar fuera del reconocimiento a profesionales con mejor desempeño. “Puedo entender que esto sea así, pero la verdad es que es bastante injusto”, lamenta.
Consecuencias en la motivación y el clima laboral
Esta dinámica, según explica Alonso, afecta directamente al bienestar de los trabajadores provocando que “se quemen absolutamente y que no tengan ganas de aportar para la empresa”.
No son casos aislados, asegura y es que “pasa en muchas” y, aunque un empleado decida cambiar de organización en busca de mejores condiciones, puede encontrarse con la misma situación. “Por desgracia es posible que si te cambias te pase exactamente lo mismo”, advierte, recordando que un cambio de empleo no garantiza necesariamente un progreso profesional.
Gestionar las expectativas y proteger la salud mental
Frente a estas circunstancias, Alonso recomienda adoptar una visión más pragmática del trabajo, cuidando las “expectativas”. Con esto quiere decir “no esperar demasiado de la empresa”. Lo razonable para él es cumplir con las responsabilidades marcadas por contrato y mantener una actitud profesional, pero previene sobre el riesgo de “dar muchísimo más” a cambio de “ascender o ganar mucho más porque puede que no ocurra nunca”.
Para él, la clave pasa por priorizar el equilibrio personal y disminuir la presión autoimpuesta: “Lo mejor que puedes hacer es cuidarte y cuidar tu salud mental”.