Airbus, Leonardo y Thales han acordado fusionar sus negocios espaciales en una empresa conjunta que aspira a competir con SpaceX y a reforzar la autonomía estratégica europea. La operación, prevista para 2027 y sujeta a aprobación regulatoria, integrará unas 25.000 personas y un volumen de negocio de 6.500 millones de euros con una participación del 35% para Airbus y del 32,5% para Leonardo y Thales, respectivamente. La sede apunta a Toulouse y la compañía será independiente de las matrices.
El anuncio ha activado las alarmas de los sindicatos en España, pues Comisiones Obreras (CCOO de Industria) reclamará de forma “urgente” una reunión con el Ministerio de Industria para trasladar la inquietud de la plantilla y dar protección a tres principios que son, el mantenimiento del empleo, preservación de condiciones y derechos, e información y participación de los representantes de los trabajadores durante el proceso.
Te puede interesar
Juan Manuel Lorente, abogado: “te lo estoy avisando, no vayas a la comida de empresa. Todo lo que hagáis puede terminar en una carta de despido, aunque llevéis 20 años siendo los mejores en vuestra empresa”
Garamendi critica que las bajas laborales se concentren en lunes y viernes y reclama más “cultura del esfuerzo”
Empleo en juego
Para entender como afecta al empleo, en España, Airbus cuenta con alrededor de un millar de trabajadores en su actividad espacial (la mayoría en Getafe) a los que se suman equipos de Thales y Leonardo, de modo que la cifra nacional será “mayor” en la nueva empresa, según fuentes del sector citadas por las compañías y por EFE. Ahora bien, en conjunto, el perímetro español quedaría, en términos relativos, por debajo del de Francia e Italia, donde se concentran las capacidades de Thales Alenia Space y Telespazio.
Las tres firmas y sus socios han explicado que el plan contempla sinergias de “cientos de millones” en cinco años, pero no han detallado aún ajustes de plantilla, reubicaciones ni cierres de centros. La hoja de ruta incluye consultas formales con los comités de empresa en los distintos países desde el 7 de noviembre y a lo largo de los 18 a 24 meses que durará la conformación de la joint venture.
Aun así, CCOO ya ha puesto condiciones. La primera es que España mantenga un papel de liderazgo y la segunda es, que el “Proyecto Bromo” (denominación interna de la operación) no se traduzca en pérdida de empleo ni en merma de derechos. El sindicato pedirá al Gobierno que se comprometa con el sector y con el empleo de Airbus en España mientras se negocia la integración.
Aunque las empresas explican que no hay un plan de despidos asociado al anuncio, la experiencia de integraciones previas en el sector suele llevar a “racionalizaciones” a medio plazo. Cinco Días avanzó que el modelo de gobierno se inspira en MBDA (el consorcio europeo de misiles) y que, inicialmente, no se prevén cierres ni salidas, sin descartar ajustes más adelante para capturar sinergias.
El nuevo grupo aspira a ganar escala en fabricación y servicios (telecomunicaciones, observación de la Tierra, navegación y defensa) y a competir en el mercado estadounidense, al tiempo que se posiciona para contratos europeos como IRIS², la constelación multiorbital impulsada por la Comisión y la ESA, adjudicada al consorcio SpaceRISE (Eutelsat, Hispasat y SES).