José Elías, multimillonario, advierte sobre formar a un empleado: “es un coste brutal y la lealtad es entre cero y ninguna”

El empresario lamenta que las compañías ya no pueden permitirse "el lujo de enseñar" debido a la falta de compromiso de los empleados actuales y los altos costes.

José Elías, empresario multimillonario |YouTube
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La inserción laboral y la capacitación de los nuevos trabajadores es la asignatura pendiente de un mercado laboral que busca equilibrio entre lo que las empresas invierten en sus trabajadores y el retorno que obtienen de ellos. Este es uno de los debates que el empresario José Elías, ha puesto sobre la mesa, analizando la difícil relación actual entre la formación a cargo de la empresa y la fidelidad del empleado.

En un vídeo publicado en su cuenta de TikTok, el empresario ha compartido su visión sobre por qué el modelo de “aprendiz” ha dejado de ser viable en la economía actual, señalando que pretender que los empresarios asuman todo el coste de la enseñanza sin garantías es insostenible.

"Hoy en día no puedes permitirte el lujo de enseñar a nadie"

José Elías compara la situación actual con el funcionamiento tradicional del mercado laboral. Según explica, antiguamente existía un pacto implícito donde el trabajador asumía parte del coste de su aprendizaje percibiendo una remuneración más baja al inicio. “Tú entrabas y pagabas parte de tu formación recibiendo un salario menor”, asegura.

Esta diferencia salarial entre el aprendiz y el oficial permitía a las compañías invertir tiempo y recursos en los novatos. Sin embargo, Elías asegura que esa dinámica se ha roto. “No podemos pretender que los empresarios sufraguemos ese coste a cambio de nuestro beneficio y sin ninguna lealtad por parte del empleado”, sentencia.

El problema de la lealtad laboral

El punto crítico para el empresario no es solo el dinero, sino la falta de compromiso a largo plazo. “Formar a una persona tiene un coste. Y luego la lealtad es entre cero y ninguna”, afirma. 

Según su análisis, invertir en capital humano se ha convertido en un riesgo demasiado alto para el empleador. “Eso no es viable, chicos”, explica, refiriéndose a que el coste brutal de preparar a un profesional a menudo termina en una pérdida para la empresa cuando el empleado se marcha poco después de haber adquirido los conocimientos.

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