George Petrica es un soldador rumano que trabaja en España. Se crió en Valladolid, donde estuvo 20 años, y ahora se ha trasladado a Mallorca. En sus redes sociales ha denunciado a través de un vídeo las condiciones salariales que siguen ofreciéndose a profesionales con experiencia. Una llamada para una supuesta oferta de empleo terminó convirtiéndose, según relata, en un ejemplo más de precariedad laboral normalizada.
El trabajador explica cómo fue el contacto inicial y cómo, pese a no estar buscando empleo, decidió escuchar la propuesta. “Ayer me suena el teléfono y me llaman para ofrecerme trabajo porque debo de estar metido en Infojobs” comienza relatando. Según Petrica, en esa llamada le decían que “habían visto” su “currículum” y que les “encajaba totalmente” su perfil.
Unos requisitos que no se ajustaban a las condiciones
George detalla que, desde el inicio, la empresa le exigía una alta disponibilidad. “Me empieza ahí a pedir un montón de requisitos que había que viajar, había que comer por ahí, turnos raros y todo”, explica. Ante esa situación, decide ir directo a la cuestión salarial: “Le digo, ‘Bueno, bueno, ¿cuánto?’”.
La respuesta no tardó en llegar. “Me dicen 20 y pico mil euros brutos y yo ya sé que eso es el mínimo”, asegura. Cuando les pregunta cuánto cobraría mensualmente, le dicen 1.800 euros, donde no se incluirían las pagas extra. Es en ese momento cuando el soldador se da cuenta de que le están ofreciendo “lo mínimo de lo mínimo que se paga”, explica.
Según cuenta, la empresa reconoció que se trataba del salario mínimo legal. Ante ello, George cuestiona la falta de incentivos: “Entonces, ¿qué mejoría va a haber?”.
“No aceptéis esas miserias”
El soldador insiste en que este tipo de ofertas deben rechazarse. “Chavales, los que ya sabéis trabajar y tenéis ya cierta experiencia, no aceptéis esas miserias”, afirma. El momento que más indignación le genera llega cuando le concretan el salario por hora, “10 euros brutos” señala.
En un segundo vídeo, George amplía su reflexión y advierte de las consecuencias de aceptar sueldos mínimos siendo profesional cualificado. “Si tú eres un profesional y aceptas cobrar el mínimo marcado por la ley, que es una miseria, primero tú pensarás que cobrando menos, vas a trabajar menos. Mentira, los que menos pagan son los que más explotan”.
También señala el ambiente laboral que suele rodear este tipo de empleos. “Te vas a rodear de gente que van a estar todo el rato hasta moño y aparte que van a ser seguramente gente que no son profesionales, que les aceptan esos trabajos, pues no les queda de otra”. Y concluye con una reflexión clara: “Y tercero, si tú lo aceptas, eso es que no te valoras”.