El descontento de los trabajadores en España crece con el paso de los años. En 2022, la falta de motivación aumentó un 14%, y el agotamiento, un 7%, elevando así hasta el 61% el número de empleados desmotivados con su actual trabajo y hasta el 45% los que afirman empezar a padecer el síndrome del ‘burnout’ o trabajador quemado. Un fenómeno que ha dejado de ser excepcional para convertirse casi en tendencia, como evidencia el último informe de Hays.
La empresa de consultoría de selección de personal extrae como principal conclusión la actitud pasiva generalizada de los empleados frente al trabajo. Es una de los primeros síntomas de la ‘Gran Renuncia’ o ‘quiet quitting’, movimiento surgido mayoritariamente entre los jóvenes trabajadores en Estados Unidos de la mano de la pandemia de la COVID-19 y que las oficinas de empleo del país cifraron en cerca de 20 millones de trabajadores los que abandonaron sus puestos de trabajo entre 2020 y 2022.
Este animaba a replantearse el modo de vida mediante el tópico de ‘trabajar para vivir’ o ‘vivir para trabajar’.
El dinero, contra todos los males laborales
Aunque Hays puntualiza que este síndrome laboral, el de la ‘Gran Renuncia’, todavía no ha acabado de cruzar el charco e instaurarse definitivamente en Europa por las configuraciones del mercado laboral, sí que apunta que comparte otros rasgos comunes como el desgaste emocional.
“La gente habla mucho más de buscar un trabajo con propósito. Tiene más interés en su impacto en la sociedad, sobre su familia y su salud mental. En España hay reflexiones, pero la reflexión en ningún caso es 'dejo de trabajar' sino 'cómo lo encajo en el resto de mi vida", indica el estudio.
Frente a esa desmotivación, el aspecto salarial ha adelantado a la conciliación laboral como principal contraargumento. Los motivos, por tanto, también son económicos: un buen sueldo para el trabajo diluye los descontentos. Ganar más dinero les devolvería las ganas de trabajar al 61% de los trabajadores encuestados que afirmaron sufrir ‘burnout’. En segundo lugar aparecen el reconocimiento (35%) y la flexibilidad laboral (24%).
¿Por qué no hay ‘Gran Renuncia’ en España?
"Genera mucha incertidumbre, seguimos teniendo una mentalidad del trabajo para toda la vida", afirma la compañía de recursos humanos, Adecco, sobre el mercado laboral español, que califica como más rígido que el estadounidense debido principalmente al alto desempleo, que ronda el 13%, y a la segunda tasa de temporalidad más alta de la eurozona. “Culturamente, a los españoles les cuesta mucho cambiar de trabajo”.
Es algo que refuerzan los datos. La vida laboral de los trabajadores en España es cada vez más inmovilista, alargando con el tiempo los años que pasan en el mismo puesto aunque no se encuentren a gusto. "El modelo laboral es tan rígido que no van a renunciar a los 10 o 20 años de indemnización que les correspondería", indican, aludiendo también a la poca oferta existente.
La complejidad para buscar alternativas también implica a la poca o limitada predisposición de los trabajadores en España a cambiar de localidad si el trabajo así lo requiere. "Incluso a nivel nacional los españoles buscamos empleos cerca de donde vivimos, aunque esta tendencia esté también cambiando", afirma Adecco. Así, la principal conclusión de Hays es que lejos de la ‘Gran Renuncia’ en España más bien se ha extendido una ‘renuncia silenciosa’, consistente en hacer lo justo en el trabajo, sin excederse.
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