Cada vez llegan más historias de jubilados que han tenido que volver a trabajar o que no pueden jubilarse porque la pensión no les alcanzaría para vivir. Un escenario que provoca que personas que llevan toda su vida trabajando, a pesar de su elevada edad, tengan que seguir haciéndolo. Es el caso de Tom Mims, un anciano de 86 años que sigue trabajando en un supermercado debido a una deuda médica.
Su nieta, Candice Lash, ha dado a conocer su historia, con el objetivo de recaudar fondos y que su abuelo, después de tanto sacrificio, pueda por fin descansar y pasar sus últimos años tranquilo. Este octogenario sigue levantándose todos los días de madrugada para acudir a su puesto de trabajo en Piggly Wiggly (una cadena de supermercados estadounidense) y no lo hace porque quiera, sino porque tiene que hacerlo.
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El motivo es que Tom tuvo que dejar de trabajar durante ocho años para cuidar de su esposa, que padecía una grave enfermedad. Cuando esta falleció en 2017, se quedó con una enorme deuda médica y no tuvo más remedio que volver a trabajar, tal y como recogen en el medio local ‘Alabama Political Reporter’.
“Me preocupaba mucho porque no puede bajar el ritmo, tiene que trabajar para poder vivir”
Candice, la nieta de Tom, cuenta que su abuelo es una persona muy querida en su pueblo, en Alabama: “Mi abuelo es, sin duda, el hombre más increíble que existe. Sinceramente, no hay palabras para describir lo maravilloso que es. Me ayudó a criarme, ha sido como un padre para mí toda mi vida. Es una persona muy generosa, siempre ha sido muy dádiva y quiere mucho a la gente. Sinceramente, no creo que nadie pueda decir nada malo de él”.
Por ello, lo pasa realmente mal cuando le ve trabajando a sus 86 años. “Cada mañana se levanta a las 3 de la madrugada, se toma su café, lee la Biblia y luego se va a trabajar. Llega antes que nadie, incluso antes de que abra la tienda cada mañana”, relata Candice, explicando que su trabajo consiste en empujar carros y embolsar comestibles. “Se nota que está cada vez más lento, camina más despacio y se cansa más fácilmente”, agrega.
De hecho, está empezando a padecer problemas de salud que pueden llegar a ser series: “Ya no tiene tanta energía como antes y a principios de este año tuvo algunos problemas cardíacos. Me preocupaba mucho porque no podía bajar el ritmo, ya que tiene que trabajar para poder vivir”, reiterando que no trabaja “porque esté aburrido”, sino porque se ve obligado a ello por su situación.
Campaña en GoFundMe para recaudar fondos
Ante esta tesitura, a Candice se le ocurrió crear una campaña en GoFundMe para recaudar fondos, inspirada por una historia similar donde, gracias a un tiktoker que se hizo eco, pudieron conseguir hasta un millón de dólares.
“Pensé: Si ellos pueden hacerlo, yo también puedo. No tengo tanta presencia en las redes sociales como ese tiktoker, pero me dije: ‘¿Sabes qué? Puedo intentarlo’”, cuenta la nieta “Mi abuelo me ha dado toda su vida y siento que tengo que devolvérselo. Necesito decirle que le aprecio y que le quiero”, añade emocionada al citado medio.
De momento, está recibiendo un aluvión de comentarios positivos, enterándose de historias de su abuela que la gente le va contando con cariño. También donaciones, si bien Tom al principio era reacio a aceptarlas, “Está sorprendido. Se pregunta: ¿Qué está pasando? ¿Está bien hacer esto?, y está un poco preocupado. Dice: ‘Estamos cogiendo su dinero’, y yo le respondo: ‘Tom, no, ellos te están dando su dinero, nosotros no estamos cogiendo nada’”, cuenta Candice.
Ahora, cada día le pregunta cómo va la recaudación, emocionado por el cariño que está recibiendo y con la ilusión de poder jubilarse. Candice, asimismo, contó que ella puede ayudarle, pero no puede satisfacer la deuda ni abonar todas las facturas, siendo madre soltera. Asimismo, quiere señalar que, la situación que está viviendo su abuelo, no es única, y que cada vez hay más casos así.
“Sinceramente, es muy triste. Me rompe el corazón porque sé que Tom no es el único que está pasando por algo así”, cuenta, exponiendo que, al menos en Estados Unidos, “nueve de cada diez de las personas mayores que vemos ahora han trabajado toda su vida. Han trabajado muy duro todos los días y que sigan trabajando, o que aún tengan que trabajar, no tiene sentido”.
“Creo que debería haber algo diferente... Siento que debemos cuidar a nuestros ancianos porque nos ayudaron a construir, sentaron las bases para nosotros, la generación más joven”, manifiesta. En el caso de su abuelo, a mediados de diciembre había conseguido 175 donaciones, equivalente a más de 10.000 dólares.