Irte a vivir con tu pareja sin duda es un paso muy importante que puede fortalecer la relación o, por el contrario, romperla. Para que esto último no pase, es importante establecer una buena comunicación, pudiendo ser aconsejable acordar previamente cómo va a ser la organización en todos los aspectos que lleva la convivencia en común. Y aquí entra en juego el aspecto financiero.
Un modelo muy repetido es el llamado ‘50/50’ por el que, independientemente de lo que gane cada uno, cada miembro de la pareja aporta el 50% de su sueldo en los gastos comunes. Ahora, aunque a priori esto podría parecer lo más justo, realmente no lo es, como apuntan numerosos expertos financieros. Y es que, si existe desproporción entre los ingresos, la parte que gana menos verá mucho más lastrada sus finanzas personas, al igual que su capacidad de ahorro se verá mermada.
Así lo piensa también Lucho Nerbutti, consultor financiero, quien considera que este sistema no siempre es “sinónimo de justicia”. Para exponer su punto de vista, pone un ejemplo: “Una pareja decide irse a vivir juntos. Él gana 2.500 euros al mes y ella unos 1.400 euros”. Esta, explica, decide compartir gastos: alquiler (1,200 euros), compra y supermercado (300 euros), luz, agua, gas e internet (150 euros), dando un total de 1,650 euros al mes.
“Y como son una pareja moderna y quieren que todo sea justo, dividen sus gastos al 50%. Y cada uno pone 825 euros de su bolsillo. Ahora haz la cuenta”, añade Nerbutti, explicando que “él se queda con 1.650 euros y ella con 575. ¿Te parece justo?”.
“En los números parece equitativo, pero en el bolsillo la carga es totalmente diferente”
Este consultor explica sobre este modelo ‘50/50’ que “en los números parece equitativo, pero en el bolsillo la carga es totalmente diferente. Y si encima hay que añadir coche, imprevistos, ropa o algún viaje, uno llega tranquilo y el otro llega apretado. Y no por gastar más, sino por tener menos desde el principio”.
A pesar de ello, asegura que este tipo de acuerdo “se repite en muchísimas parejas” y que, según una encuesta de la fundación del BBVA, más del 60% de las parejas con diferentes ingresos dividen sus gastos al 50% sin ajustar nada. “Es decir, que el que menos gana sacrifica más parte de su sueldo para mantener el mismo estilo de vida”.
Por ello, como conclusión, señala que “repartir a medias no siempre es sinónimo de justicia y a veces dividir por igual es la forma más rápida de romper el equilibrio”. Por esta razón, ya el video lo inicia con la frase de “dividir a medias es asfixiar al que menos tiene”, que sirve como síntesis de su postura. La misma ha suscitado todo tipo de comentarios.
“Eso pasa en estas parejas modernas, yo gano 3.000 euros, lo entrego en casa y mi mujer 1.800 todo a la misma cuenta. De ahí se paga todo y sin problema, para eso somos matrimonio”, “bueno que trabaje más ella y él que trabaje menos, eso sería justicia”, “no me parece justo. Es un compañero de piso más que una pareja” o “yo gano más, he estudiado más, sacrificado más y trabajo más horas, ella se conformó sin estudiar con el primer trabajo y a media jornada, lo justo es 50/50 y cada cual su economía”, son algunos de esos comentarios.