Son muchas las personas que prueban suerte con las tarjetas ‘rasca y gana’, soñando con cambiar su vida en cuestión de segundos, aunque son pocos los que logran ganar un premio millonario. Pero este sueño se hizo realidad para una mujer cuya identidad se desconoce en una ciudad del norte de Italia, que según la propietaria del bar en el que lo compró, ganó un premio de 2 millones de euros.
Según la información publicada en el medio ‘Il Messaggero’, en unas declaraciones en ‘Corriere del Veneto’ la propietaria del bar y estanco en el que se adquirió el ‘rasca’ cuenta explicó que este premio ha sido el mayor registrado en la zona hasta la fecha.
“La victoria fue la más alta jamás conseguida en nuestra zona. Nunca había visto nada igual. Comprendí inmediatamente que estábamos ante un acontecimiento excepcional” relató la mujer.
El premio lo ganó alguien que realmente necesitaba el dinero
Tal y como expresa la propietaria del establecimiento, la compradora de la tarjeta la raspó en el mismo bar y cuando fueron a validarla, el sistema alertó con un aviso fuera de normal. “Decía dos millones. Cuando intentamos validarlo con la máquina apareció un mensaje que nunca habíamos visto: nos invitaba a ir directamente a un banco”.
Aunque desde el establecimiento no desvelaron quién fue la persona ganadora, sí que han aclarado que la afortunada fue una clienta que estaba pasando por una situación complicada. “No puedo decir quién ganó, solo que el dinero fue a una persona que realmente lo necesitaba. Eso es lo que más me pone feliz. Estaba muy emocionada, casi temíamos que se sintiera mal”, explicó la propietaria.
Acusan al bar de mentir para captar más clientes
Desde el establecimiento compartieron el suceso a través de sus redes sociales, explicando que “El que ganó realmente lo necesitaba”, pero pronto empezaron a circular entre los vecinos y seguidores de su página de Facebook rumores de que se trataba de una estrategia publicitaria para captar clientes.
La propietaria del bar se defendió de forma tajarse y considero que eran chismes de mal gusto, y asegura “yo sé lo que vi”, defendiendo así la veracidad del suceso ocurrido en el local que lleva gestionando diez años y asegurando que, tanto ella como el resto del personal fueron testigos directos del momento en que se descubrió el premio y que no hay lugar para dudas.