Alemania lo confirma y a partir del 1 de enero de 2026 dará 10 euros al mes a cada niño para que aprendan a ahorrar para su pensión de jubilación

La medida prevé ingresos públicos desde los seis hasta los 18 años en un depósito de capitalización, con un mecanismo colectivo si los padres no abren una cuenta y un despliegue por cohortes a partir de 2026.

Bandera de Alemania |Envato
Fecha de actualización:

Alemania ha dado luz verde a un paquete para reforzar el pilar privado del sistema de pensiones que incluye una prestación de arranque para niños y adolescentes. La llamada Frühstart-Rente prevé que el Estado ingrese 10 euros al mes por cada menor desde los 6 años y hasta los 18 siempre que curse estudios en Alemania, con el objetivo de crear un primer capital de jubilación y normalizar el ahorro a largo plazo desde edades tempranas.

El diseño parte de un depósito individual de capitalización gestionado por proveedores privados y, en paralelo, incorpora una solución de inversión colectiva para los casos en que las familias no abran un depósito a nombre del menor. El planteamiento busca que el derecho no dependa de la iniciativa de los padres y que, si se abre una cuenta más adelante, el ahorro acumulado pueda transferirse al contrato personal.

El documento de “puntos clave” fija como objetivo el arranque el 1 de enero de 2026, aunque prevé una implantación escalonada. El inicio se concentrará en la cohorte de seis años, con pago retroactivo para el año de nacimiento 2020 desde el 1 de enero de 2026, mientras que a partir de 2029 se irán incorporando los grupos de edad que queden fuera hasta entonces.

Enseñar a ahorrar desde pequeños

Si miramos a los datos contables, el incentivo es modesto si se toma aislado. Diez euros al mes durante 12 años sumarían 1.440 euros antes de rendimientos, pero con esta medida el Gobierno no busca dar dinero para la jubilación, sino más bien crear ese hábito en las edades más tempranas, un argumento que el Ministerio de Finanzas vincula de forma explícita a la educación financiera y a la “experiencia” de inversión desde la escuela.

La Frühstart-Rente se inserta en una reforma más amplia de la previsión privada, pensada para sustituir y simplificar el entramado de incentivos vigente. El borrador del Ministerio de Finanzas abre la puerta a un depósito de jubilación sin garantía de capital, junto a productos con garantías parciales o totales, y reorganiza la subvención para que sea proporcional a las aportaciones. Entre los cambios figuran una ayuda del 30% de los ingresos propios hasta 1.200 euros anuales y del 20% entre 1.201 y 1.800 euros, un suplemento infantil del 25% hasta un máximo de 300 euros por hijo y un bono único de 200 euros para menores de 25 años que inicien el contrato.

El movimiento responde a una tensión estructural que atraviesa el modelo alemán de reparto, sometido a la presión del envejecimiento. Si miramos a los datos recogidos por la agencia Reuters, Alemania ha pasado de 2,7 cotizantes por pensionista en 1992 a menos de dos en la actualidad y la proyección para 2050 cae a 1,3. Es decir, cada vez hay menos cotizantes por pensionista, una modelo que si lo sabemos extrapolar se parece bastante a España.

En el plano político, el canciller Friedrich Merz ha enmarcado el debate en términos de sostenibilidad y equidad intergeneracional, al presentar el paquete de pensiones como un primer paso y anunciar una reforma más amplia en 2026. El Gobierno sitúa la Frühstart-Rente junto a otras piezas del mismo ciclo, como los incentivos para prolongar la vida laboral, en un intento de ganar tiempo y credibilidad en un área especialmente sensible para el electorado.

Otras noticias interesantes

Lo más leído

Últimas noticias