El Gobierno de España se recuperará más lento de lo previsto de las severas consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19, que aún colean. A estas se han unido la explosión de una guerra entre Ucrania y Rusia, con todos los daños colaterales que conlleva. Hechos que no han provocado más que dinamitar el ya de por sí panorama inflacionista, que llegó prácticamente de la mano del otoño.
Todo ello lo ha tenido en cuenta la Comisión Europea en su última actualización, la que realiza en primavera, de los datos de las distintas economías de los países miembros de la eurozona, que también, aunque menos, sufrirán los mismos derroteros que España. "La guerra ha exacerbado claramente los vientos en contra que antes se esperaba que se desvanecieran gradualmente", se anunciaba desde Bruselas.
"Entre ellos se encuentran los precios de las materias primas", señalaba el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, haciendo hincapié en que los datos son mucho menos halagüeños que los de invierno, donde Ómicron fue el gran enemigo. Y lo continúa siendo, con un brote considerable en China, uno de los principales motores de la economía internacional y que acaba afectando a Europa.
La recuperación económica española se congela
Según las proyecciones del departamento económico de la Comisión, España crecerá un 4% del Producto Interior Bruto (PIB) este año. Se trata, por tanto, de un recorte de 1,6 puntos porcentuales respecto a las pasadas estimaciones. Un 1,3% bajarán también las de la Eurozona, cuya economía en conjunto se prevé que se expanda un 2,7% hasta final de año. También son más pesimistas las previsiones para invierno. Para España un 3,4%, un punto menos que en invierno, y para la zona euro, 2,4%, tres décimas menos.
Además de las materias primas que señalaba Gentiloni, el comercio internacional, las cadenas de suministro en la producción o los mercados financieros son algunos de los grandes causantes de una reacción en cadena que acaba disparando la incertidumbre y bloqueando las economías, poniendo piedras en el camino a la recuperación. Aunque precisamente los países con mayor dependencia del gas natural ruso son los más afectados.
¿Cómo crecerán los países vecinos de la Eurozona?
Alemania crecerá un 1,6% en 2022. Un 2% menos de lo que esperaban hace tres meses, mientas que Italia lo hará un 2,4%. Una corrección a la baja, pero algo menor. En la otra cara de la moneda se encuentra Portugal. Los vecinos españoles mejoran sus previsiones de recuperación hasta el 5,8%; el único Estado miembro junto con los Países Bajos en hacerlo.
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