Tener una deuda pendiente suele ser sinónimo de cierta inquietud. Tanto para los gobiernos y las empresas como para los hogares. De hecho, la deuda general aumentó, según el Banco de España. Es un asunto en boga. Aunque no siempre tiene por qué significar una situación de riesgo o crítica. Puede resultar que se trate de un descubierto económico esperado que se tuviera previsto en los planes y, conforme a la capacidad adquisitiva de cada uno, se esté en plena disposición de afrontarlo. Por ejemplo, una hipoteca o un crédito.
Sin embargo, también puede ocurrir que haya que afrontar un pago inesperado y no se disponga de los medios financieros adecuados para ello por haber surgido algún contratiempo. Esto llega a comprometer la salud financiera, e incluso la biológica, con consecuencias como estrés, nerviosismo o ansiedad. Lo que comúnmente se conoce como la deuda nociva, la que acaba envenenando la economía a medio y largo plazo.
Como afirma BBVA, “uno de los pilares básicos para mantener nuestra salud financiera es hacer frente a las deudas. El pago de las cuotas de préstamos o créditos personales son elementos indispensables para construir un presupuesto correcto en nuestra economía”. ¿Qué pasa si no se paga una deuda? De hecho, el no satisfacer las deudas genera un efecto bola de nieve. Obviarlas no llevará nada más que al aumento de la cantidad a pagar por la acumulación de intereses y a situaciones más comprometidas como reclamaciones judiciales, embargos de bienes o cuentas corrientes.
¿Cuánto es el límite de deuda que se debe tener según la edad?
El nivel adquisitivo, o los recursos que se poseen para hacer frente a ese pago debido, no es el único factor decisivo. También lo es, aunque resulte desapercibido, la edad que se posea. ‘Business Insider’, medio financiero y empresarial especializado, señala los 55 años como el límite de edad para comenzar a tener especial cuidado con las deudas que se contraen por diferentes motivos. E incluso, el Banco de España indica la cantidad de deuda virtualmente recomendable para esa edad y por debajo de ella.
Obviando el factor de la edad, la recomendación general es que la deuda no rebase el 20% de los ingresos mensuales habituales. Así podrá mantenerse en los límites de control, explican. Aunque si se dispone de una hipoteca, indican, debe ser de alrededor de un 40% de tus ingresos mensuales como máximo.
- Si se tienen menos de 55 años, las deudas deben encontrarse en una horquilla de entre un 15-20% de los ingresos.
- Si se tienen más de 55 años, lo que indica el máximo organismo bancario español es una deuda, como máximo, del 10%. Únicamente podrá llegar a acercarse al 15% cuando el contexto económico y financiero así lo permite. De lo contrario, esa cantidad de dinero a deber es altamente peligrosa.
¿Por qué estos límites? Aunque no es así en el 100% de los casos, a mayor edad, la experiencia indica que es más difícil encontrar trabajo, que al fin y al cabo, suele ser la fuente más común de ingresos.
Otras recomendaciones a la hora de afrontar una deuda
No presentarse como avalista al completo al firmar el contrato de reconocimiento de una deuda. Por ejemplo, al firmar una hipoteca o un préstamo personal. Si eso ocurre y la deuda no se liquida, la persona que ha firmado como avalista al completo va a ver cómo se le traspasa la totalidad de la cantidad de lo indebido. En cambio, si se presenta como avalista de una parte, asumirá eso, una proporción. Por ello, como subraya el Banco de España, hay que tener en cuenta que los avales también cuentan como endeudamiento.
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