Gonzalo Bernardos alerta sobre el peligro de hacer donaciones en vida: “no lo recomendaría a nadie”

Este profesor de economía explica el porqué no recomendaría a nadie realizar una donación en vida, ya que tiene un principal peligro.

Gonzalo Bernardos en una aparición en televisión La Sexta
Lucía Rodríguez Ayala

Cuando los padres piensan en dejar su legado a los hijos, una de las ideas que se les pasa por la cabeza es la de hacer una donación en vida, para que sus herederos en el futuro eviten tener que pagar el impuesto de sucesiones. Pero ¿es esto una buena idea ¿Qué opinan los expertos? El economista Gonzalo Bernardos, no lo recomendaría. 

Este profesor de economía de la Universidad de Barcelona, es conocido por dar consejos a los españoles con temas relaciones con viviendas e hipotecas, en alguna ocasión hasta ha desvelado dónde encontrar los mejores chollos inmobiliarios.

Esta vez ha tocado el turno a las donaciones, y como ya hizo advirtiendo sobre cómo no perder dinero cuando se recibe una herencia, Bernardos explica el peligro que tiene donar en vida, y que hay que tener en cuenta. 

El peligro de hacer donaciones en vida según Gonzalo Bernardos

En una de sus apariciones televisivas en La Sexta, en el que se debatía sobre herencias y donaciones, Bernardos fue preguntando sobre cuál era su opinión al respecto de estas últimas. 

El experto fue muy claro y advirtió que él no las recomendaría y en lo primero que hace énfasis es en el peligro que tienen estas operaciones, que no es otro que la posibilidad a partir del momento en que se reciba el bien, la actitud de la persona cambie.

Gonzalo Bernardos explica que puede ocurrir que hasta antes de la donación el trato fuera “espectacular, fantástico, maravilloso”, pero en el momento en que recibe la donación “oye, puede llegar a cambiar” añade.  Por este motivo, “no recomendaría a nadie donar todo su patrimonio o la principal parte de su patrimonio a uno de los hijos”. 

Además, el profesor explica que en nuestro país, “algo más del 80% de la riqueza viene de herencias”. De este modo las personas esperan dos jubilaciones doradas, la primera de ellas es no trabajar más y recibir una pensión de jubilación, y la segunda “es que me cae una herencia y esa herencia me arregla la vida” explica.

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