Ahorrar cada vez es más difícil en España. Por un lado, los expertos reconocen que los salarios deben recuperar poder adquisitivo, pero también manifiestan la falta de conocimiento financiero de la mayoría de personas. Y es que, ciertamente, como explica la periodista Eli Romero en su pódcast ‘Tiene Sentido’, “a veces el dinero no se va en grandes compras, sino en pequeñas ilusiones”, poniendo como ejemplo los álbumes de cromos, que explica junto a Pablo López, country manager de Trade Republic en España y Portugal.
“Un álbum completo puede costar más de 600 euros, y casi nunca nos damos cuenta”, señala Romero, añadiendo que, aunque la mayoría no llega a completarlo, sí que se van 200 o 300 euros al año. Por ello, cuenta que va a hacer el ejercicio de verlo con su hijo Bruno, para que sea consciente, aun sin la intención de quitarle ninguna ilusión: “tampoco quiero romper la ilusión de un niño de coleccionar, pero es que en el fondo la dopamina está en abrir el cromo, no en pegarlo ni en coleccionarlo”.
El experto financiero, Pablo López, considera que este sí que puede ser un ejercicio interesante, “porque al final también todo lo que es el ahorro, lo que se está realizando es el movilizar parte de, digamos, entre comillas, un dinero improductivo, a una inversión productiva”. Asimismo, añade que puede ser una forma de que “la gente tome conciencia de ciertos proyectos, ciertas empresas que a lo mejor a la gente le gusta y que quieren participar de su crecimiento”.
Sobre esto, pone otro ejemplo: “mi novia trabaja en Pandora y es una empresa que está cotizada. A ti te gusta mucho esa marca y quieres participar del crecimiento de esa acción en bolsa y decir, “Oye, pues voy a poner parte de mis ahorros en una acción, ¿no?” Y es una forma también de a ti obligarte un poco a entender el negocio detrás de una empresa como es Pandora, cómo crece, qué problemas puede tener”, relata.
“Dejadlos en paz, ahora hay que convertir a los niños en pequeños inversores”
Este ejemplo, de cómo se puede en cierto modo ‘malgastar’ una buena suma de dinero, ha suscitado todo tipo de comentarios. Algunos de los que están de acuerdo, exponen que esa media de 600 euros sería en las colecciones de kiosco, porque “espera que le guste alguna colección más premium que cueste 5-6 sobres 200 euros y ya vemos lo que sale completar un álbum”.
Otros consideran que no es necesario gastarse esa cantidad, ya que los cromos se pueden intercambiar: “la verdadera ilusión es sociabilizar con los compis de clase para cambiarlos”.
Por último, están los ‘detractores’, quienes creen que no hay que medir de forma tan restrictiva este gasto: “está bien que le enseñes a gestionar su dinero, pero no hace falta que sea ya de ya, déjalo que disfrute abriendo cromos. Yo recuerdo con mucho cariño esa parte de mi infancia” o “Por Dios, las colecciones son una ilusión en la infancia. Dejadlos en paz, ahora hay que convertir a los niños en pequeños inversores”, son algunas opiniones de estos últimos.