El mecanismo excepcional de ahorro energético de tope al gas que tanto les costó sacar adelante a España y Portugal, la denominada excepción ibérica, sigue en primera línea de actualidad. Esa medida ha conseguido reducir notablemente la factura, desahogando económicamente en plena inflación a los consumidores, que tienen que afrontar sobrecostes históricos en productos y servicios de primera necesidad como la luz o los combustibles.
El aumento del precio del gas, del coste de las emisiones de CO₂, el crecimiento de la demanda o la menor contribución de las energías renovables en la generación de electricidad son los principales factores que explican que se pague como nunca por la luz. Todo ello, con la inestimable colaboración de la guerra desarrollada en Ucrania tras la invasión rusa.
La del tope del gas no es la única medida gubernamental desde que comenzara la espiral inflacionista de precios de la electricidad. También se amplió la cobertura de los beneficiarios del bono social eléctrico (y, por consiguiente, del bono térmico) o las rebajas de impuestos, como el IVA de la luz del 21% al 5% o el de la electricidad, o la suspensión total del impuesto a la generación eléctrica (del 7%).
Aunque la excepción ibérica ha sido la última que afecta y modifica la factura y su desglose para los consumidores, provocando numerosas llamadas de explicación a las eléctricas por parte de sus clientes desde que entró en vigor. Muchos dudan de por qué pagan tal cantidad de dinero y por qué.
Las eléctricas, obligadas a explicar cómo se calcula la factura de la luz
Los clientes están en su derecho de solicitar la información de este nuevo impuesto en la contratación o modificación de su presente contrato, de la aplicación y de cómo les va a afectar. Además, en el mismo, debe venir mencionado el impuesto del tope de gas, el cálculo del mismo y el mecanismo de aplicación.
¿Cómo se calcula la factura de la luz para los consumidores?
Incluso antes de anunciarse, el tope ibérico al gas, una medida excepcional que entró en vigor el pasado 14 de junio y se prolongará hasta el 31 de mayo de 2023, ya avanzaba problemas a la hora de ejecutarse de cómo iba a implementarse a la hora de la verdad esa limitación de 40 euros/MWh durante los seis primeros meses para pasar a 50 en los siguientes. Esto provocará que el precio del megavatio hora nunca supere los 50 euros el próximo año. ¿Y cómo se reflejará esto en la factura de la luz?
La rebaja en el coste en el mercado sería, por tanto, en torno al 38%. Pero no en la factura de la luz, en la que la reducción sería menor. Ya sea abonada al mercado libre o con tarifa fija, los datos de aplicación del primer mes de la medida evidencian descuentos reales y efectivos en torno a un 15%.
En otras palabras, se espera que la factura no supere los 30 euros al mes. Por tanto, que el precio de luz haya subido un 800% respecto al pasado año no quiere decir necesariamente que se haya pagado un 800% más. El precio de la luz representa, aproximadamente, un 75% del total de la factura.
¿Cómo se calcula la factura de la luz?
Según la plataforma comparativa de precios, ‘Kelisto’, estos son los principales componentes de la factura de la luz que llega a los usuarios:
- Término fijo o potencia contratada: se obtiene multiplicando la potencia contratada por el precio del kilovatio hora por el periodo de facturación. Hay dos precios distintos en la tarifa regulada: tramo punta y valle. El detalle del consumo por cada día y hora se puede descargar de las aplicaciones que las compañías eléctricas tienen para sus clientes
- Término variable o consumo: se calcula multiplicando el consumo realizado por el periodo de facturación.
- Impuestos sobre la electricidad: se obtiene al sumar el término fijo y el término de energía de tu factura. Hasta 2023, está rebajado del 5,1 al 0,5%.
- Impuestos-IVA: se ejecuta sobre la suma de estos conceptos mencionados. Hasta el 31 de diciembre, está limitado al 5% (es del 21%, normalmente). Para los consumidores con una potencia de hasta 5 kW, siempre y cuando el precio medio del MWh en el mercado regulado esté en, al menos, 45 euros.
- Otros: el alquiler de un contador, si no se dispone de uno, o servicios extra, como son los de mantenimiento.
Grosso modo, el total de todos los conceptos facturados por energía consumida se calcula multiplicando el consumo de cada hora del día por el precio que tiene esa hora ese día, que se publica en prensa y en aplicaciones específicas, normalmente desde la tarde del día anterior.
Al importe total de sumar kWh de cada hora por el precio de dicha hora se le resta el importe facturado por peaje y por cargos en sus tres tramos y la diferencia es lo que se pone en el concepto: el bautizado coste de la energía. Este integra el coste del tope del gas, que no viene en las facturas indexadas al mercado libre.
En las de tipo fijo, la cosa cambia. Algunas compañías apuestan por notificar sus tarifas de precio fijo como siempre, a lo que suman el coste del mecanismo del tope al gas, lo que deberán pagar a las empresas gasísticas por la diferencia entre el coste del gas en los mercados internacionales y el precio máximo que las eléctricas pagarán por él. Datos que ofrece el operador ibérico del mercado eléctrico, el OMIE, de forma diaria en su página web.
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