El tránsito de mercancías entre Marruecos y España ha estado tradicionalmente regulado por estrictos controles aduaneros, en un intento de equilibrar la competencia y garantizar la seguridad jurídica en ambos lados del Estrecho. Sin embargo, la normativa sobre el combustible que pueden introducir los más de 100.000 camiones marroquíes que cruzan cada año al territorio español, es uno de los últimos puntos de protesta en una frontera especialmente sensible para ambos países.
Así, numerosos transportistas marroquíes han denunciado la imposición de multas de entre 300 y 400 euros en el puerto de Algeciras, por exceder el límite de 200 litros de combustible permitido en sus depósitos. Una medida que consideran perjudicial para su competitividad y que atribuyen a la aplicación estricta de un acuerdo bilateral firmado hace más de tres décadas.
Por qué se quejan los camioneros marroquíes
La queja de los camioneros marroquíes se produce en el contexto de la reactivación de un acuerdo suscrito en 1992 entre España y Marruecos, que limita la cantidad de carburante que los vehículos de transporte pueden introducir en el territorio español. Según esta normativa, llevar más de 200 litros de gasóleo se considera “contrabando de carburante” y está sancionado con multas económicas, según recoge ‘La Razón’.
Impacto económico
“La continua aplicación por parte de las autoridades españolas de los términos de un acuerdo conjunto firmado hace más de treinta años preocupa a los profesionales y empresarios marroquíes, ya que violarlo podría costarles miles de dirhams”, afirman fuentes del sector citadas por el digital marroquí ‘Hespress’.
Las asociaciones de transportistas del país magrebí sostienen que esta política les obliga a repostar en las estaciones de servicio españolas, lo que, a su juicio, favorece a los operadores locales y encarece sus costes logísticos. Sin embargo, esta medida pretende evitar la importación masiva de carburante extranjero, que históricamente se consideraba una práctica de competencia desleal para el sector de la distribución en España.
De este modo, desde Marruecos reclaman una flexibilización de la normativa o una revisión de los límites establecidos hace más de treinta años, alegando que los costes y el tamaño de los camiones actuales son mucho mayores que hace años.