Pekín y China encienden las alarmas económicas. Los últimos datos que la Oficina Nacional de Estadística del país asiático ha ofrecido, clave para el análisis pormenorizado del actual estado de la economía nacional y que sirven de base para elaborar un cierto historial de antecedentes y una base sobre las que tomar decisiones futuras, han hecho torcer el gesto a los dirigentes chinos.
No solo a los ‘guardianes’ económicos del Gobierno, si no también al resto del mundo. China es la segunda economía del mundo (tras EEUU) y lleva años aportando alrededor del 30% al crecimiento mundial, además de ser el mayor socio comercial de más de 50 países de todos los rincones del globo terráqueo. Por ello, su salud posee vasos comunicantes con el resto de las economías mundiales, en mayor o menor medida.
¿Qué pasa en la economía de China?
China no se ha recuperado como se esperaba de los envites del sinuoso último lustro económico. Su crecimiento ha sido menor del esperado, siendo del 6,3% en el trimestre finalizado el 30 de junio, frente al 4,5% del primer trimestre, pero muy por debajo del 7,3% que vaticinaban los expertos del país.
Asimismo, la inusual flaqueza de las ventas al por menor, que se redujeron en junio al 3,1% frente al 12,7% del mes anterior, es otro síntoma alarmante que evidencia que la recuperación, lejos de producirse, no está yendo como se preveía. Misma situación que los datos bursátiles, con los índices CSI 300 y SSE Composite Index cayendo algo menos de un 1% cada uno al cierre de la sesión.
Por otro lado, el IPC subió únicamente un 0,7% interanual en el primer semestre de 2023. Otra nota negativa que se une a otras como un desempleo juvenil disparado, (existía un 21% de jóvenes de entre 16 y 24 años sin trabajo a finales del junio) o el ‘pinchazo’ del comercio, su gran motor, con descensos del 8,3% en la tasa interanual de exportaciones y del 2,6% en las importaciones.
Año del Conejo, año maldito
"El desvanecimiento del crecimiento del PIB y los débiles datos de junio deberían sumarse a la narrativa del mercado de que el impulso de la recuperación está perdiendo fuerza y que se justifica un apoyo político más contundente", afirma Mark Haefele, director de inversiones de UBS Global Wealth, a ‘Business Insider’. "No anticipamos una vuelta a la política de estímulos de los años anteriores a la crisis, pero sí prevemos más medidas en las próximas semanas", sentencia.
En los últimos años, ha enfrentado desafíos como una desaceleración del crecimiento, una deuda creciente, tensiones comerciales con Estados Unidos y los efectos de la pandemia de COVID-19. Antes de la pandemia, China ya estaba lidiando con una desaceleración del crecimiento económico, especialmente debido a la disminución de la demanda interna y externa. La guerra comercial entre China y Estados Unidos también afectó negativamente a la economía china, ya que se impusieron aranceles y restricciones comerciales mutuas.
China ha tenido que enfrentar un aumento significativo de su deuda, tanto pública como privada. Esto ha llevado a preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda y la estabilidad financiera a largo plazo. La pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto significativo en la economía china. Durante los primeros meses de la pandemia, se impusieron restricciones en todo el país, lo que afectó la producción y el consumo.
En respuesta a estos desafíos, el gobierno chino ha implementado políticas para estimular el crecimiento económico, como recortes en las tasas de interés, reducción de impuestos y aumento del gasto en infraestructura. También ha promovido la demanda interna y la innovación tecnológica como motores clave para el crecimiento futuro. Pero en este año del Conejo, para evitar ser considerado ‘maldito’, espera inyectar un paquete de estímulo, más allá de las medidas mencionadas para impulsar el gasto.
En resumen, la economía china ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos años, incluida una desaceleración del crecimiento, una deuda creciente, tensiones comerciales y los efectos de la pandemia. Sin embargo, el Gobierno está implementando medidas para estimular el crecimiento y promover la recuperación económica.
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