Alemania da un paso decisivo para acabar con la renta ciudadana (Bürgergeld), herencia del anterior gobierno socialdemócrata del excanciller Olaf Scholz. El canciller Friedrich Merz rompe con este modelo a través de su reforma y cambio de nombre, ahora “seguro básico” (Grundsicherung) según el diario alemán Die Welt. Desde este momento, aquellos desempleados que rechacen tres ofertas laborales o falten sin justificar a las citas de trabajo, serán sancionados, lo que conllevará a la pérdida de estos subsidios, entre las que se incluye el de vivienda.
Esta transformación busca frenar el fraude y reforzar la cultura del esfuerzo. Un debate que en España se reabre con la preocupación ante el aumento del absentismo laboral y los parados de larga duración.
Fin del modelo progresista
En campaña electoral, el canciller Merz prometió acabar con la renta ciudadana, impulsada por el anterior gobierno, una medida concebida para dar seguridad a las personas que no tenían derecho al desempleo.
Tras cinco meses en el poder, el seguro básico ya es una realidad, con el objetivo de paliar las disfunciones que ha traído consigo este tipo de amparo, poniendo en evidencia su ineficacia. Merz ha cumplido su objetivo rebautizando el Bürgergeld para activar un sistema que promueva la búsqueda activa.
Endurecimiento de las sanciones
La nueva enmienda introduce sanciones automáticas: rechazar tres contratos o ausentarse ante la Oficina de Empleo sin justificar conducirán a la pérdida total de este apoyo y a la cuarta, el beneficiario se le podrá retirar la ayuda a la vivienda.
El objetivo pretende proteger los recursos públicos y reducir el fraude, según afirman desde el Ejecutivo alemán. Mientras algunos celebran esta victoria, desde el ala más conservadora de los socios lo consideran insuficiente. Pese a ello, el gobierno defiende este cambio que promueve una cultura del esfuerzo basada en la responsabilidad.
Con estos ajustes que endurecen las condiciones para recibir la cuantía, Alemania apuesta por una política laboral más exigente para motivar a la población a esa búsqueda activa de trabajo y formación, en contra de aquella que devalúa el sistema de protección social.