La reducción de la jornada laboral en España continúa siendo un tema candente. En las últimas horas, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha defendido la postura que ya propuso el líder de Más País, Íñigo Errejón, de implantar una jornada laboral de cuatro días a la semana.
En sus declaraciones, Errejón propuso que dicha jornada fuese de 32 horas laborales a la semana, pero la ministra del ejecutivo nacional ha defendido que dicha deducción llegue hasta las 20 horas semanales.
Según ha explicado la ministra, esta nueva medida, que se pretende llevar a cabo a partir del próximo 2022, tiene como objetivo “que las parejas puedan liberarse de las ataduras del trabajo y tengan más tiempo para los cuidados de los hijos”.
La ministra quiere trabajar la mitad y cobrar lo mismo
Además, Belarra ha asegurado que, pese a esa reducción de las horas trabajadas, que pasarían de las 40 actuales a las 20 que se proponen desde el ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, no se rebaje el sueldo de los empleados por parte de las empresas.
Por otro lado, sobre las posibles consecuencias de esta medida intervencionista por parte del Gobierno, la miembro del ejecutivo de Sánchez no ha especificado cuáles podrían ser los efectos negativos de este descenso de la jornada laboral. Y tampoco ha detallado cómo podría afectar esta medida a las empresas esta medida intervencionista por parte del Gobierno.
La propia ministra, haciendo referencia a la jornada laboral de ocho horas, aseguró que “se pensó para una sociedad en la que los hombres trabajaban fuera de casa y las mujeres se ocupaban del hogar y los cuidados", pero "ahora no lo podemos aceptar como una medida sostenible cuando trabajan los dos".
Esta reducción de jornada a la que la ministra de Derechos Sociales hace referencia, se encuentra reflejada en un informe que se elaboró en el año 2010 por la New Economics Foundation (NEF), una organización sin ánimo de lucro londinense. En dicho informe, sí que se ve detalla una posible deducción del salario a percibir por los trabajadores, y es que, tal y como se explica “el reto transicional más obvio es que una semana de trabajo más corta reduce la cantidad de dinero que la gente puede ganar”. Al contrario de los que especifica la ministra de mantener los salarios intactos.
Acerca de esta medida que pretende llevar a cabo el Gobierno de coalición que forman PSOE y Unidas Podemos, también se pronunció el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quien aseguró que “no era el momento de plantear este tipo de debates” y calificó esta medida como una “ocurrencia”.
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