El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, habla con noticiastrabajo.es sobre la subida del SMI, la prioridad de crear empleo, la prórroga de los ERTE más allá del 31 de enero y la obligación de no despedir durante 6 meses aunque "todos los empresarios que represento prometen cumplir con la normativa en vigor".
En estos momentos, está a debate la subida del SMI. Usted hizo referencia hace poco a que desconocía la posición del Gobierno. Pero, ¿Cuál es la posición de la CEOE y en qué consiste esa subida exactamente?
La posición de CEOE es clara, lo hemos reiterado en diversas ocasiones. Creemos que en este momento no se puede hablar de subida del SMI dadas las circunstancias económicas que estamos atravesando con tantas empresas, no ya con problemas de liquidez, como al inicio de la pandemia y los confinamientos, sino con riesgos de insolvencia. Es el momento de hablar de salvar el empleo antes de hablar de los salarios.
Es momento de hablar de empleo. Sin empleo no hay salarios.
Es algo que no nos compete a nosotros. La legislación establece que es el Gobierno el que debe fijar la subida anual del SMI previa consulta con los agentes sociales. En todo caso, creemos que siempre es bueno que en el seno del Gobierno no haya discrepancias más allá de las razonables en favor de una buena gobernabilidad y de una cierta seguridad jurídica. Estamos a la espera de saber cuál es la propuesta del Gobierno.
La economía española, más que dañada, hace tiempo que requiere de una serie de reformas estructurales para hacerla más competitiva y para aumentar los índices de productividad. Estas reformas tienen que ver con mejorar la formación, la extensión de la digitalización, con avanzar en términos de flexibilidad en el desempeño de la actividad empresarial. Y eso es precisamente lo que venimos tratando de impulsar a través de las 21 iniciativas estratégicas para canalizar los fondos europeos para la reconstrucción que hemos presentado recientemente.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi
Los datos están ahí. A día de hoy hemos logrado frenar en gran medida las cifras de desempleo hibernando plantillas gracias a las facilidades en el acceso a los ERTE. La clave ahora es que no decaigan esas ayudas a partir del 31 de enero y que, en paralelo, seamos capaces de volver a impulsar la actividad empresarial, especialmente en los sectores más dañados.
No podemos dejarlo para el último día, como ha pasado hasta ahora, porque eso tiene un efecto muy negativo sobre la confianza de los trabajadores y de las empresas. Pero confío en que podamos ampliar esta prórroga y también con exoneraciones de hasta el 100% en las cuotas sociales.
Vamos a esperar. Hay que encarar el proceso con el mayor sentido de Estado y con realismo. Si es así, no debería haber escollos.
Los empresarios que represento van a cumplir con la normativa en vigor. Sin embargo, dado que la coyuntura es cada vez más complicada, cuanta más rigidez introduzcamos, más probable será que se incremente el número de cierres de empresa y, con ellos, la pérdida de plantillas.
Ayudas para los autónomos y prestación por desempleo SEPE
Los autónomos son uno de los colectivos más impactados por la crisis, qué duda cabe. También ellos necesitan todo el apoyo de la Administración. Y, como hemos dicho desde el principio, hay que hablar, no tanto de sectores como de aquellos que lo están pasando peor, allí donde estén y en el sector que operen. Nadie se puede quedar atrás.
Precisamente, cuando hablamos de que nadie se quede atrás, nos referimos también a prestaciones. Por ejemplo, en la última negociación de la prórroga de los ERTE nos opusimos a que la prestación se redujera del 70% al 50% a partir del sexto mes. También hemos defendido un Ingreso Mínimo Vital de carácter coyuntural. Pero creemos que la mejor ayuda, también para no cargar más las maltrechas cuentas del Estado, es la generación de empleo. Y el empleo lo generan las empresas.
Es un terreno que no nos compete directamente. Lo que sí consideramos es que las ayudas al desempleo o los subsidios es bueno que se vinculen a la formación para que quien los reciba además obtenga un incremento en su nivel de empleabilidad, para que cuanto antes puedan optar a nuevas oportunidades laborales.
No sé si hay mucha o poca, pero desde luego el empleo debe ser la meta y hacia donde debemos enfocar todos los esfuerzos.
Reforma de las pensiones y Presupuestos Generales del Estado
Creemos que se basan en unas estimaciones macroeconómicas que no son realistas, básicamente del lado de los ingresos. En este sentido, creemos que no es el momento de cargar a las cuentas públicas con más gasto estructural, sino de poner los recursos en inversiones productivas que nos permitan multiplicar cada euro. Eso es lo que cambiaría, enfocaría las cuentas más al impulso de la actividad.
La situación es preocupante porque, como decía al principio, la crisis del COVID-19 se empieza a alargar de tal manera que lo que inicialmente era un problema de liquidez de las empresas, impactadas por las medidas de confinamiento, cierre de negocios y caída de la demanda, ha pasado a ser un problema de solvencia que puede desembocar, si no se adoptan las medidas adecuadas, en el cierre de muchas empresas.
El plan no ha cambiado en ningún momento. Defender los intereses de las empresas desde la independencia, la lealtad institucional y el sentido de Estado, siempre bajo la convicción de que perseguir la prosperidad del tejido productivo de un país es la mejor forma de trabajar por la prosperidad de las instituciones y los trabajadores y demás ciudadanos. Queremos lo mejor para las empresas pensando en el bien común.
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