El hombre más rico del mundo acaba de declarar la guerra al presidente al que ayudó a llegar a la Casa Blanca. Elon Musk anunció el sábado la formación del “Partido América”, un movimiento político diseñado específicamente para sabotear la agenda legislativa de Donald Trump desde dentro del Congreso.
La venganza de Musk llega apenas seis meses después de haber sido el mayor donante republicano de 2024, gastando cientos de millones de dólares para asegurar la victoria de Trump. Ahora, tal y como detalla Business Insider, el magnate tecnológico pretende convertirse en el “voto decisivo” que determine qué leyes se aprueban o se rechazan en Washington.
“¡Por un factor de dos a uno, si quieren un nuevo partido político, lo tendrán!”, declaró Musk en X tras una encuesta en la que 1.2 millones de usuarios votaron a favor de su nueva formación política. El 65.4% de los participantes respaldó la creación del partido el mismo día que Trump firmaba su polémica ley de gasto de 3.3 billones de dólares.
El plan de Musk: paralizar a Trump con una 'minoría de bloqueo'
La estrategia del fundador de Tesla es quirúrgica y letal. No busca ganar la presidencia, sino “concentrarse en solo dos o tres escaños del Senado y de ocho a diez distritos de la Cámara de Representantes” para las elecciones de mitad de mandato de 2026.
“Dados los estrechos márgenes legislativos, eso sería suficiente para servir como voto decisivo en leyes polémicas”, según recoge Time Magazine, explicó Musk, quien comparó su táctica con la forma en que “Epaminondas destrozó el mito de la invencibilidad espartana en Leuctra: una fuerza extremadamente concentrada en un lugar preciso del campo de batalla”.
El cálculo es demoledor, pues con los márgenes ajustados en el Congreso, Musk podría convertirse en el kingmaker que decida qué propuestas de Trump viven o mueren. Una posición de poder que ningún expresidente ha tenido que enfrentar.
Trump contraataca: «Se ha convertido en un desastre total»
La respuesta de Trump no se hizo esperar. El domingo, el presidente lanzó un ataque feroz contra quien fuera su aliado más poderoso: “Me entristece ver a Elon Musk irse completamente 'fuera de control', convirtiéndose esencialmente en un DESASTRE TOTAL durante las últimas cinco semanas”.
Trump reveló conversaciones privadas que evidencian su sensación de traición. Según el presidente, cuando Musk le dio su respaldo, “le pregunté si sabía o no que iba a eliminar el Mandato de EV. Él dijo que no tenía problemas con eso – ¡me sorprendió mucho!”.
El proyecto de ley firmado el viernes elimina los subsidios a vehículos eléctricos que benefician directamente a Tesla, incluyendo 7.500 dólares para coches nuevos y 4.000 para usados. Trump atribuyó la rebelión de Musk a motivaciones puramente económicas: “Desafortunadamente para Elon, elimina el ridículo Mandato de Vehículos Eléctricos”.
De aliado a enemigo en 130 días
La ruptura comenzó en mayo, cuando Musk abandonó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) tras 130 días como empleado especial. Había sido contratado para recortar “al menos 2 billones de dólares” del presupuesto federal, pero solo logró 150 mil millones antes de dimitir.
Musk había llegado a la Casa Blanca con una llave dorada ceremonial, símbolo de su estrecha relación con Trump. Ahora califica el proyecto de ley presidencial como una “abominación repugnante” y “esclavitud por deuda” que «aumentaría masivamente el ya gigantesco déficit presupuestario a 2.5 billones de dólares».
Como revela CBS News, Musk ya había mostrado su descontento en mayo, declarando que «una factura puede ser grande o hermosa, pero no sé si podría ser ambas cosas», poco antes de anunciar su salida de DOGE.
La guerra se libra en las plataformas sociales rivales: Trump desde Truth Social, Musk desde X. Cuando el presidente atacó, Musk respondió con desdén: “¿Qué es Truth Social? Nunca he oído hablar de eso”.
Contratos federales en juego
Trump ya ha movido las primeras fichas de su venganza. El presidente amenazó con retirar los contratos gubernamentales a las empresas de Musk, incluyendo SpaceX, que se ha convertido en un actor clave para la NASA.
Cuando los periodistas le preguntaron si planeaba deportar a Musk, Trump respondió: «No lo sé, tendremos que echar un vistazo». Una amenaza que, aunque poco probable, demuestra la profundidad del enfrentamiento.
La popularidad de Musk se desploma de un 50% de aprobación en noviembre a solo 35% el mes pasado, según las encuestas de Economist-YouGov que recoge Business Insider. Incluso el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, le aconsejó públicamente que se concentrara en sus empresas en lugar de en la política.
El enfrentamiento entre el hombre más rico del mundo y el presidente más poderoso ha comenzado. Y Tesla, SpaceX y el futuro legislativo de Estados Unidos están en el centro de la batalla.
