La Comisión Europea (CE) trabaja contrarreloj con la administración de Estados Unidos (EEUU) para cerrar el acuerdo sobre aranceles que fijará el gravamen máximo en el 15% a los productos procedentes de Europa y está previsto que este martes se empiecen a dar los pasos necesarios para la suspensión de las represalias. Esta supresión, en caso de que se produzca, duraría seis meses y estaban previstas para comenzar a aplicarse en caso de no lograr un pacto.
El acuerdo alcanzado entre Úrsula Von der Leyen, la presidenta de la CE y Donald Trump (presidente estadounidense) durante el último domingo de julio ahora quedará por escrito en un comunicado conjunto de las dos partes. Este documento, aunque oficial, no será vinculante sino una hoja de ruta comercial entre los dos bloques.
El portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, ha sido claro al respecto y ha señalado que “La UE sigue trabajando con EEUU para ultimar una declaración conjunta. Con estos objetivos en mente, la CE tomará las medidas que haga falta para suspender durante 6 meses las contramedidas de la UE contra EEUU que deberían entrar en vigor este 7 de agosto”.
Ahora, desde Europa se analizarán este martes por vía de urgencia las medidas que hagan falta para suspender estas represalias. La respuesta puesta en marcha por el organismo Europeo implican 93.000 millones de euros, una cantidad que el mismo Trump calificó como “mucho dinero” y que estarían destinadas en compras a Estados Unidos.
El Plan de Europa que estudia Trump
Este plan propuesto por Bruselas, pasa por activar una primera tanda el día 7 de agosto y dejar el grueso para las fases posteriores, en septiembre de 2025 y en febrero de 2026. En la capital comunitaria se ha defendido que este impuesto del 15% es “aceptable” mientras que el límite incluya las tasas comerciales y no se acumule a otros aranceles.
Marc Sefcovic, el comisario europeo de Comercio, ha señalado que con este trato se acuerda frenar una guerra comercial con consecuencias graves refiriéndose al pacto como “un mejor acuerdo” que se ha tomado en circunstancias complicadas.
A falta de un acuerdo concreto sobre algunos sectores exentos de aranceles como el vino o las bebidas alcohólicas, en Bruselas entienden que el arancel será del 15% siguiendo el gravamen general, mientras se siga negociando.
