Una tormenta geomagnética calificada como “severa” (G4, en la escala de la NOAA estadounidense) golpeará la Tierra entre esta noche y la madrugada del jueves. El evento ha sido provocado por una sucesión de eyecciones de masa coronal (CME) procedentes de una región solar hiperactiva, la AR 4274, que el martes generó una llamarada X5.3, una de las más potentes observadas en las últimas dos décadas. Mientras la Agencia Espacial Europea (ESA) ha emitido una alerta “grave” por posibles afectaciones a satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación, el Ministerio de Ciencia de España ha matizado que no se esperan “daños relevantes” en el territorio nacional.
Consuelo Cid, catedrática de Física Aplicada en la Universidad de Alcalá, explica a La Voz de Galicia la magnitud del fenómeno. “Las fulguraciones se clasifican como las tallas de las camisetas. Las M son medianas, las X son extremas. Esta fue una X5.3, una de las mayores que hemos visto en años”. Esta llamarada, registrada el martes 11 de noviembre, proyectó una nube de plasma (CME) a una velocidad estimada de 1.700 kilómetros por segundo.
El Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA (EE UU) emitió una alerta de tormenta G4 (severa, en una escala de G1 a G5). La ESA se sumó a la advertencia, calificando el impacto esperado de “grave”. Juha-Pekka Luntama, jefe de Meteorología Espacial de la ESA, explicó que este impacto se suma a dos CMEs anteriores que ya golpearon el planeta anoche.
“El impacto de esta tercera CME dependerá en gran medida de si se fusiona con las dos primeras o no”. Los organismos internacionales advierten de fallos en redes eléctricas, anomalías en navegación por satélite (GPS) e interrupciones en comunicaciones por radio.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades español rebajó el nivel de riesgo para el país. “España no se encuentra entre los países con mayor exposición directa”, señaló en un comunicado. Debido a su ubicación en latitudes medias, “no se anticipan daños relevantes ni interrupciones significativas en infraestructuras críticas”. El ministerio limita los efectos a “interferencias puntuales” en GPS y radio de onda corta, asegurando que la telefonía móvil, internet o la radio FM “no deberían experimentar afectaciones apreciables”.
La tormenta que se espera esta noche no es la primera de la semana. La eyección solar del pasado lunes ya impactó en la Tierra la noche del martes, provocando una tormenta moderada que alteró el campo magnético en unos 200 nanoteslas.
El suceso coincide con la aproximación al máximo del ciclo solar 25, previsto para 2025. Sin embargo, Consuelo Cid matiza que las erupciones más intensas no dependen solo de esta fase, comparando el ciclo solar con el clima y las tormentas con el tiempo meteorológico. La científica advierte que las fases descendentes del ciclo pueden ser “incluso más peligrosas”, al combinarse regiones activas con otros fenómenos como los vientos rápidos.

