La Unión Europea, España, Reino Unido y Gibraltar han alcanzado un acuerdo político sobre las líneas generales del futuro tratado que regulará las relaciones del Peñón con el bloque comunitario tras el Brexit. El texto, según confirmaron este martes fuentes de las negociaciones, se encuentra ahora en fase de revisión legal por parte de Bruselas y Londres, un paso previo a su firma y ratificación formal.
“El texto se encuentra actualmente en revisión legal por parte de la UE y el Reino Unido antes de que podamos proceder con nuestros respectivos procedimientos internos para la firma y conclusión del futuro acuerdo”, señaló el portavoz comunitario Olof Gill. El objetivo central del pacto será “garantizar la prosperidad futura de toda la región”, mediante la eliminación de “todas las barreras físicas a la circulación de personas y mercancías entre España y Gibraltar”, sin menoscabar el espacio Schengen, el mercado único ni la unión aduanera, precisó la misma fuente.
El entendimiento político alcanzado el pasado 11 de junio deberá ahora traducirse en un texto jurídico definitivo. Según fuentes conocedoras del proceso y recogidas por la Agencia EFE, una vez concluido el análisis de los servicios legales de cada parte, se procederá a la redacción final del tratado, cuyo desarrollo normativo concretará los compromisos ya pactados. La previsión es que ese documento esté listo en enero, lo que permitiría su ratificación por todas las partes implicadas.
Este calendario supone un ligero retraso respecto a las expectativas expresadas el pasado octubre por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien entonces apuntó a que el tratado podría firmarse antes de finales de este año. Pese a ello, el avance despeja el último gran contencioso pendiente entre la UE y el Reino Unido desde que, en marzo de 2023, ambas partes alcanzaran un acuerdo sobre el marco para Irlanda del Norte.
Del acuerdo político al tratado
El pacto alcanzado el 11 de junio en Bruselas marcó un avance decisivo tras casi una década de conversaciones desde el Brexit. El acuerdo fijó las bases del futuro tratado, en las que se incluye la desaparición de la verja, la libre circulación de personas y mercancías y un sistema de controles que permita integrar a Gibraltar en el espacio Schengen sin cuestionar su soberanía británica. Precisamente, dejar al margen la disputa sobre la soberanía fue uno de los elementos clave para desbloquear una negociación largamente encallada.

Ese entendimiento abrió la fase actual, en la que se definirán los controles, la cooperación aduanera y la convergencia fiscal exigida a Gibraltar. En ese desarrollo se decidirá buena parte del impacto práctico para el Campo de Gibraltar, desde la movilidad diaria de trabajadores hasta las consecuencias económicas para la comarca, lo que explica la expectativa, y la cautela, con la que los municipios siguen ahora el proceso.
Expectación y cautela en el Campo de Gibraltar
El anuncio ha sido recibido con una mezcla de esperanza y prudencia en los municipios españoles más próximos al Peñón, directamente afectados por cualquier cambio en el régimen fronterizo. El alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco, expresó “optimismo, esperanza y sobre todo cautela” ante un acuerdo que confía en que marque “una hoja de ruta clara” y atienda los problemas estructurales de la comarca.
En cambio, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, se mostró más crítico y advirtió de la falta de información pública sobre el contenido concreto del tratado. Aunque se habla de prosperidad compartida y de la eliminación de barreras, subrayó que los ayuntamientos del Campo de Gibraltar desconocen aún su impacto real sobre cuestiones clave como el empleo, la actividad portuaria, los controles aduaneros, la movilidad diaria de miles de trabajadores transfronterizos o la seguridad jurídica de la zona.
“No es razonable que, a estas alturas, los ayuntamientos y la ciudadanía del Campo de Gibraltar tengamos que enterarnos por comunicados genéricos. Exigimos conocer el contenido exacto del tratado, porque sus efectos se sentirán directamente en nuestra comarca”, afirmó Landaluce, quien reclamó que el texto se haga público “cuanto antes” y que se abra un proceso de información y diálogo con las instituciones locales y los agentes sociales y económicos del territorio.
A la espera de que el acuerdo político se transforme en un tratado plenamente operativo, Gibraltar vuelve a situarse en el centro del equilibrio entre soberanía, integración europea y realidad transfronteriza, mientras la comarca sigue el proceso con atención y cautela.

