Cada año, decenas de miles de españoles se lanzan a la carrera de fondo de la oposición, convencidos de que todo depende de la constancia, la organización y el sacrificio personal. La realidad, sin embargo, es mucho más cruda de lo que cuentan y la vida del opositor se convierte en una batalla diaria contra la culpa, la soledad y el desgaste mental.
La receta del éxito en una oposición suele ser siempre la misma: una rutina dura, con horarios imposibles, cero distracciones y ningún descanso. Pero, ¿qué ocurre cuando ese método no funciona? ¿Qué pasa con quienes no encajan en el molde y acaban hundidos en la ansiedad o el abandono?
Marta, funcionaria de Justicia, ha decidido contar su experiencia en las oposiciones en diferentes vídeos TikTok, poniendo el foco en los errores que nadie reconoce en público, pero que condenan en privado a miles de aspirantes. Estos son, capítulo a capítulo, sus consejos reales para no caer en la trampa.
Capítulo 1: Rutinas imposibles
Marta se creyó el mito de que la clave para aprobar estaba en levantarse cada día antes de las seis de la mañana. Lo hacía porque veía a su mejor amiga, opositora de Hacienda, madrugar y aprobar a la primera. Pero la realidad fue distinta.
A ella no le funcionaba ese método: se quedaba dormida, apagaba el despertador y, si conseguía levantarse a las ocho o incluso más tarde, sentía que ya había perdido el día. Reconoce que no es una persona de mañanas y que, en cambio, a ella el tiempo le cunde mucho más por la tarde o incluso por la noche.
Por eso, insiste en que lo importante es construir una rutina propia, no copiar la de otros ni dejarse arrastrar por las expectativas ajenas. “Hazte tu rutina y tu horario. Siempre pensando en lo que a ti te viene bien y no en lo que haya hecho otra gente o pensando en lo que la gente te vaya a decir”, recalca.
Capítulo 2: El descanso y la culpa
Otro de los grandes errores es posponer el descanso o sentir remordimiento por tomarse un día libre. A Marta le pasó que si no tenía un plan para el día de descanso, acababa la semana procrastinando y ni descansaba ni estudiaba bien. Descubrió que la única forma de cumplir con ese día libre era organizarlo de antemano y buscar un plan que le apeteciera realmente.
El descanso diario, para ella, está directamente relacionado con el deporte, y, a ser posible, al aire libre. Considera que pasar tantas horas sentada y encerrada acaba afectando tanto al cuerpo como a la mente. Recomienda salir a andar, correr o simplemente recibir algo de sol, porque si no la ansiedad y la tristeza acaban llegando. “No te sientas culpable de descansar”, insiste, y cada uno debe adaptar el deporte y el descanso a sus horarios y necesidades.
Eso sí, lanza una advertencia para quienes están preparando oposiciones en verano: no tiene sentido forzar rutinas imposibles bajo el calor. Hay que ser realista y buscar lo que mejor le funcione a cada uno.
Capítulo 3: Las distracciones
Marte reconoce que el teléfono móvil es el peor enemigo del opositor. Durante su preparación, llegó a la conclusión de que lo mejor era dejarlo fuera de la habitación para evitar caer en distracciones constantes. Aun así, admite que muchos días le costaba hacerlo, sobre todo porque necesitaba consultar artículos de leyes desde el propio teléfono. Al final, encontró una solución: estudiar con el ordenador cerca y dejar el móvil fuera. Según ella, con el móvil la tentación de perder el tiempo es mucho mayor.
Para quienes no pueden concentrarse en casa, Marta recomienda ir a la biblioteca, aunque solo sea algunos días a la semana. Asegura que el ambiente de estudio ayuda y evita acabar tirado en el sofá o haciendo visitas innecesarias a la nevera.
Cuando la concentración no llegaba de ninguna manera, probó la técnica Pomodoro: bloques de 25 o 50 minutos de estudio y descansos programados. Confiesa que, incluso los días en que estaba más dispersa, centrarse solo en periodos cortos le ayudaba a rendir más y desesperarse menos. Y recomienda buscar vídeos de sesiones Pomodoro en YouTube para entrar en ambiente.
Capítulo 4: La salud mental
La salud mental, reconoce, fue el mayor reto de toda la oposición. Marta prefiere no entrar en detalles personales, pero asegura que los días en que conseguía organizarse y hacer algo de deporte eran también los días que mejor se sentía, tanto física como mentalmente. Por el contrario, el caos y la falta de rutina la arrastraban siempre a la ansiedad.
La funcionaria subraya la importancia de cuidar la alimentación, porque en los momentos de bajón lo único que le apetecía era comer mal. Cuando analizaba esos días, veía que coincidían con menos fruta y verdura en su dieta y más alimentos ultraprocesados. Para ella, la salud física y mental van unidas, especialmente en una etapa tan exigente.
Otro de sus consejos clave es evitar la comparación constante con otras cuentas de opositores en redes sociales, ya que muchas transmiten una imagen irreal y generan más presión y malestar. Ella misma decidió no seguir ninguna de esas cuentas durante su preparación.
Por último, insiste en que pedir ayuda profesional no es tiempo perdido. Recomienda no esperar a tocar fondo para ir a terapia. Aunque sientas que cada hora lejos del estudio es tiempo malgastado, es justo lo contrario. “Si empiezas a ver que no estás bien, te sientes ansioso, que te sientes triste, pide ayuda cuanto antes”, sentencia.
Marta ha publicado estos capítulos de forma independiente en sus redes sociales, donde cada entrega se ha convertido en un apoyo para muchos opositores. Y la serie no termina aquí, continuará en un próximo vídeo, pero mientras tanto, manda un mensaje de ánimo a quien esté opositando actualmente: “Yo sé que estudiar en verano es un tostón, es la peor época para hacerlo, pero la recompensa merece la pena, así que sigue adelante si es lo que quieres”.

