Cuando parecía que la semana laboral de 4 días tenía precisamente los días
contados en España, a finales de marzo el Gobierno descartó poner en marcha antes de 2022 este proyecto piloto propuesto por la formación política Más País en su último programa electoral.
Aunque las negociaciones apuntaban a que esta medida entraría en vigor este año, el plan para acortar la semana a 4 días de trabajo o 32 horas, liderado por Iñigo Errejón, no verá la luz hasta bien entrado el próximo año.
Hasta que llegue ese día son muchas las dudas en torno a la jornada laboral de 4 días: ¿Cuándo llegará a España?, ¿tendrá éxito o supondrá un fracaso?, ¿qué pasará con el sueldo de los trabajadores?, ¿cuáles son sus pro y contras?, ¿cómo afectará a la economía en plena recesión económica?
Cuándo se pondrá en marcha la jornada laboral de 4 días en España
La demora se debe a que el paquete de 50 millones de euros que el Ejecutivo acordó con Más País para ayudar a las empresas que quieran implantar la semana laboral de 4 días o 32 horas de forma voluntaria, no irán a cargo de los fondos europeos, como se planteó al principio de los acuerdos.
Por lo que acortar la semana laboral se enmarcará en el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia del Gobierno y, por lo tanto, dependerá de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, cuya tramitación acabaría a finales de año.
Jornada laboral de 4 días: Claves para entender el plan piloto de España
¿Llevamos 100 horas en España con la misma jornada laboral. No será hora de apostar por una nueva jornada reducida y flexible, que implique una mayor productividad y menos presentismo?
Más horas laborales no es sinónimo de mayor productividad. Al menos eso es lo que revela la Comisión Europea, que sitúa a España en la cola de la productividad laboral europea.
Los datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) revelan que el empleado español trabaja de media unas 36,4 horas por semana, dos décimas más que la Unión Europea y muy superior también a la de otros países vecinos.
En el lado contrario se encuentran las 29,3 horas de Países Bajos o las 32,6 horas de Dinamarca. Sin embargo, la productividad de éstos son un ejemplo a seguir.
Aunque el Estatuto de los Trabajadores señala una jornada laboral de 40 horas semanales, no hay que olvidar que esto es un máximo y que, en la práctica, muchos trabajadores ya tienen una jornada más reducida por convenio, en torno a las 35 horas semanales. Existe mucho presentismo laboral, donde el trabajador se encuentra en su puesto de trabajo, pero no está realizando sus funciones. Son horas presenciales e improductivas, porque a partir de cierto número de horas trabajadas, la capacidad de atención no es la misma. Está demostrado que si trabajan menos horas, los trabajadores son más productivos. En este sentido, la reducción de jornada se podría hacer, en gran medid, con cargo a estas horas improductivas, manteniendo o incluso incrementando la productividad y permitiría más horas de ocio, favoreciendo el consumo.
Cabe señalar, además, que existen trabajos, intelectuales, tecnológicos donde no es tan importante el número de horas que se esté en una oficina o teletrabajando, sino que lo importante son metas u objetivos que se deben alcanzar y de esta.
forma el trabajador se puede organizar su tiempo de trabajo, que puede ser igual de productivo o más que con un horario y jornada convencional. Es cierto que hay otros trabajos, donde la productividad sería más difícil mantener con la reducción de jornada, como es el caso de servicios y atención al cliente y que no todos los tipos de empresas pueden reducir la semana a cuatro días, dada la naturaleza de su negocio. Pero incluso en estos trabajos hay que ir pensando en flexibilizar y acortar las jornadas de cara al futuro. Se trata, principalmente, de una cuestión social y de costumbres.
Por ejemplo, en el Reino Unido en invierno, los comercios cierran a las 16 h de la tarde, un horario impensable para los españoles. Sin embargo, es algo que ya hemos experimentado con la pandemia y que habrá que plantearse si no es una tendencia que ha venido para quedarse. En cualquier caso, el mayor coste de reducir las jornadas en este tipo de trabajos y mantener el sueldo de los trabajadores no puede ser por la vía del mantenimiento de la productividad.
Jornada laboral de 4 días: En qué consiste el proyecto de Iñigo Errejón
España se convertía hace un siglo en el primer país del mundo en implantar de manera oficial la jornada laboral de ocho horas diarias para todos los trabajadores, pero cien años después nada ha cambiado.
Sin embargo, la jornada laboral de 4 días o 32 horas, propone un cambio de paradigma en el mercado español. Este experimento que el partido político ‘Más País’ propuso en su último programa electoral, ha puesto sobre la mesa de debate convertiría a España en uno de los primeros países del mundo en ensayar la semana laboral de 4 días.
Este proyecto piloto prevé involucrar a unas 200 empresas, así como a unos 3.000 y 6.000 trabajadores, que no verán recortados sus honorarios. Los costos que tendrán que asumir las compañías serán cubiertos por el gobierno al 100% el primer año, al 50% el segundo año y al 33% el tercer año.
Jornada laboral de 4 días: beneficios y desventajas en España
Son muchas las dudas que se plantean en torno a esta polémica reducción horaria. Sin embargo, sus defensores abogan porque la reducción de la jornada laboral favorecería a la creación de empleo.
Siguiendo esta misma línea, algunos expertos como Antonio Fernández García, profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Obrera de Catalunya, aseguran que entre los múltiples beneficios se suma facilitar la conciliación entre actividad laboral y vida personal. Además, se reducirían los niveles de estrés y, con ello, el gasto asociado en la salud pública para paliar sus condiciones.
Desde el punto de vista de las empresas, la semana de 4 días podría ayudar a disminuir el absentismo asimismo como fomentaría la productividad, según José Canseco, profesor de Recursos Humanos de EAE Business School.
Por otra parte, uno de los puntos negativos de este proyecto es que no es una opción viable en todos los sectores, como la hostelería o el comercio que no se rigen por el calendario.
Además, entre las complicaciones de implantación de la jornada laboral de 4 días a la semana destacarían que las empresas tendrían que pagar el mismo salario al trabajador, aunque sus horas semanales se reduzcan.
Esta cuestión deberá recaer sobre el Estado como ha ocurrido en otros países, como Francia. Parte del gasto se podría asumir fácilmente utilizando las actuales subvenciones que se ofrecen a los empresarios para la contratación de nuevos trabajadores, que han demostrado ser ineficaces para crear empleo y menos empleo estable y utilizarlas para incentivar la reducción del tiempo de trabajo. Sin que ello suponga un mayor coste para la administración. También se podría mutualizar en parte dicho coste entre las empresas corriendo a cargo parte del gasto de la cuota del Fondo de Garantía Social que se ingresa todos los meses por la empresa. Aunque evidentemente no sería una medida popular entre la patronal.
Otra cuestión sería si es conveniente concentrar esas 32 horas en 4 días a la semana o mantener los cinco días a la semana pero con menos horas. Incluso se podría reducir el número de horas anuales, negociar los días en el calendario laboral o que estas sean de libre disposición para la empresa.
Jornada laboral de 4 días: Defensores y detractores de esta medida
Sus posiciones a favor, entre los que se encuentran la formación política ‘Más País’ liderada por Iñigo Errejón y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, artífices del pacto, afirman que la Jornada laboral de 4 días haría crecer la productividad y el bienestar de los trabajadores.
Esta reforma laboral también cuenta con el apoyo de las principales organización sindicales. Los líderes de los sindicatos consideran que es una aspiración irrenunciable. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha mostrado su brazo a torcer a la medida considerándola una reivindicación histórica del movimiento sindical.
Hay muchos ejemplos de otros países que han optado por esta vía, así por ejemplo, Finlandia lo ha propuesto y ha empezado a implementarlo. Suecia ha experimentado con la semana laboral de 30 horas (2017), seis horas diarias (manteniendo el salario de ocho). La iniciativa, que se llevó a cabo en el sector público de la asistencia a la tercera edad, presentó algunos datos positivos. Las enfermeras se declaraban más felices (es como si la hora de trabajo se pagara un 33% más) y su productividad aumentó.
La Junta de Andalucía ha decretado que los funcionarios pasen de trabajar 37,5 horas semanales a 35. (2018).
En México la empresa Telmex ha propuesto cuatro días de trabajo a la semana a los empleados que empezaron muy jóvenes y que no quieren prejubilarse a los 50.
En Cataluña el sindicato UGT ha firmado con la Generalitat reducir el horario de los trabajadores de justicia (más de 9.000) de 37,5 horas a la semana a 35 (2017).
En el lado opuesto, sin embargo, tenemos el ejemplo de Francia, que hace unos años introdujo la reducción de la jornada laboral semanal de 35 horas, precisamente subvencionado por el Estado y aunque efectivamente se experimentó una mayor productividad, a la larga se abandonó la práctica en la empresa privada, porque suponía un mayor gasto para la administración e incluso se está pensando de eliminarlo para los funcionarios y la administración pública.
No obstante, la pandemia nos ha demostrado que hay ciertos trabajados donde sí que se puede trabajar menos horas y ser igual de productivo además de conciliar con la vida familiar y creo que es una tendencia cara al futuro imparable. Cada vez habrá menos trabajos donde se acudirá a una oficina 8 horas al día 5 días a la semana y las jornadas se irán flexibilizando y reduciendo.
La jornada laboral de 4 días a debate en el seno del Gobierno de coalición
Las posiciones en el seno del Gobierno de coalición a esta medida son contradictorias.
Desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social, la ministra Yolanda Diaz (Unidas Podemos), ha salido a la defensa de este plan y asegura que la elaboración de una ley de los usos del tiempo es un compromiso del Gobierno. Sin embargo, la ahora también vicepresidenta reconoce que actualmente no está en la agenda de trabajo del Ministerio.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá (PSOE), ha rechazado dar luz verde a este proyecto, ya que no cree que en estos momentos haya margen en España para implantar una jornada laboral de 4 días. Una idea que también ha expresado la titular de Hacienda, María Jesús Montero.
La CEOE rechaza la jornada laboral de 4 días
El mensaje lanzado por el presidente de Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Antonio Garamendi, va en la misma línea que la manifestada por Escrivá.
Garamendi tacha de “ocurrencia” la jornada laboral de 4 días y considera que “no es momento” de plantear estos debates y qué se pueden generar incertidumbres.
Los pioneros jienenses en implantar la jornada laboral de 4 días
Hace casi dos años saltaron todas las alarmas cuando la empresa Software DELSOL decidió implantar la semana laboral de cuatro días. Una decisión rompedora que acaparó la actualidad de los medios de comunicación por convertirse en la primera empresa española en adoptar esta medida.
Bajo su experiencia, director ejecutivo Fulgencio Meseguer Galán, cree que el balance hasta el momento es positivo, aunque creen que quizá no sirven para todo tipo de empresas.
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