El Gobierno planteará confinamiento y estado de alarma para las comunidades en “riesgo extremo”

El ministro de Sanidad, Salvador Illa dará este jueves una respuesta a las comunidades autónomas en situación de transmisión descontrolada. Los presidentes regionales podrán solicitar un estado de alarma para tomar “medidas excepcionales” como el confinamiento parcial y el cierre de comercios a partir de las 22.00 horas.

Sin embargo, en el borrador que hoy presenta Illa, se recomienda tomar caminos menos extremos, como la creación de “burbujas sociales” con el fin de reducir los contactos al mínimo. Este documento viene a dar salida a las demandas de las Comunidades de declarar toques de queda, para los cuales sería necesario, según advirtió el Gobierno, el estado de alarma.

Sanidad plantea la creación de cuatro escenarios de restricciones en función del avance del virus en cada zona geográfica. Es aquí donde entra en juego la petición del estado de alarma, siempre y cuando sean los presidentes de las comunidades los que lo soliciten.

Estado de alarma para situaciones de “riesgo extremo”

Estas “medidas excepcionales”, que requieren del estado de alarma será la herramienta para tratar de paliar los efectos del virus en las regiones en las que exista un “riesgo extremo”. Este se establece a partir de un incremento semanal de casos de más del 50% o un “incremento puntual muy importante”, del 100%.

También se plantea esta situación en función del estado de asistencia sanitaria. Así, cuando la tasa de ingresos por Covid sea de 40 por cada 100.000 habitantes en una semana, haya un 30% de ingresos en UCI o la tasa de mortalidad acumulada semanalmente sea mayor de 50 por cada millón de personas.

No obstante, antes de llegar a esa situación extrema, el Ministerio establece otros tres niveles menores, más el de ‘Nueva normalidad’, el más leve. Para estas situaciones, se han realizado recomendaciones encaminadas a reducir los contagios.

Sin confinamiento “estricto”

No hay que temer, por ahora, a un confinamiento “estricto” como el de los meses de marzo, abril y mayo, según informa el Gobierno. La idea es evitarlo a toda costa debido a los “grandes efectos” físicos y psicológicos sobre la población.

Salvador Illa, por su parte, apuesta por cierres “reducidos o parciales” que tienen “un impacto menor sobre el bienestar de las personas”. Además, Sanidad considera particularmente efectiva la “limitación del número de personas no convivientes en reuniones”, especialmente en interiores.

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