Logo de Huffpost

Nueve de cada diez médicos de primaria hablan claro y ven insuficientes las terapias para dejar de fumar

Un estudio avalado por dos sociedades médicas revela la falta de formación en alternativas como el vapeo y pide estudiar modelos de "reducción de daños" como el de Reino Unido

Una cajetilla de tabaco
Una cajetilla de tabaco |Pixabay
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

Nueve de cada 10 médicos de Atención Primaria en España consideran que las estrategias actuales para ayudar a los pacientes a dejar de fumar son insuficientes. Esta es la principal conclusión del informe Tabaquismo y Atención Primaria en España: ¿por qué las estrategias actuales no bastan?, realizado por la consultora LECA Solutions y avalado por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

El estudio, que recoge la visión de 250 médicos de familia de todo el país, dibuja un panorama de fracaso en las consultas, ya que el 73% de los facultativos constata que gran parte de sus pacientes fracasa al intentar dejar el hábito, y el 66% estima que cerca de la mitad de los fumadores ni siquiera se plantea abandonarlo. No solo eso, sino que además, los médicos señalan que existe una clara falta de tiempo en las consultas para poder tratar el tema de una forma más completa.

Esta forma de ineficacia hace que sea una valoración negativa de las herramientas disponibles, pues el 77% de los que hicieron la entrevista opina que las terapias actuales no satisfacen las necesidades de la mayoría de los fumadores, y un 89% cree que no son efectivas o requieren mejoras sustanciales.

El informe muestra una notable falta de formación en el colectivo médico respecto a las alternativas al cigarrillo convencional, pues el 87% de los médicos de primaria reconoce no tener suficiente conocimiento sobre medidas complementarias como vapeadores, tabaco calentado o bolsas de nicotina. Asimismo, el 83% considera que el colectivo, en general, no está suficientemente informado sobre las estrategias empleadas en otros países que están logrando reducir sus tasas de tabaquismo con mayor éxito.

Este escenario se produce en un país como España donde “más de 8 millones de fumadores diarios” y donde el cáncer de pulmón provoca “más de 22.000 muertes anuales, cuatro de cada cinco atribuibles al consumo de cigarrillos”. A pesar de los programas de cesación, las tasas de éxito a largo plazo “no superan el 25%”. España, según el Eurobarómetro, mantiene una de las prevalencias de fumadores más altas de Europa, con casi un 24%.

El debate de la “reducción de daños”

El estudio se presenta en un momento clave, coincidiendo con la revisión de la Ley 28/2005 (ley antitabaco) y del Real Decreto 579/2017 sobre productos del tabaco. El comité de expertos que ha participado en el informe considera que esta coyuntura ofrece “una oportunidad para incorporar la visión de los médicos, junto con las últimas evidencias científicas disponibles en disminución de riesgo”.

Durante la presentación del informe este miércoles, la doctora Sara María Ferrero Coloma, presidenta de la Comisión de Prevención de Tabaquismo de la SEORL-CCC y autora principal del estudio, señaló que España ha mantenido una política “muy conservadora”, basada en la “abstinencia total” y la “prevención”.

Ferrero Coloma contrastó este enfoque con el de otros países como Reino Unido, que “incluye en sus protocolos los cigarrillos electrónicos para pacientes en los que no han funcionado los fármacos, con un seguimiento sanitario muy estricto”, una estrategia que, según la doctora, ha mostrado “estudios preliminares positivos”. “En España se necesita coherencia, se necesita valentía política y realmente un apoyo en términos de recursos”, reclamó Ferrero Coloma, quien apostó por “ir avanzando en otras direcciones, con rigor científico”.

En la misma línea, el doctor José Antonio López Medina, especialista en endocrinología y miembro de la SEEN, destacó que el estudio revela “déficits de formación” y la necesidad de “más recursos en la Atención Primaria”, citando “el déficit en el apoyo psicológico”, la “creación de grupos de terapia” y el refuerzo de “las unidades especializadas de tabaquismo”.

Críticas a la equiparación legal

Pablo González Ipiña, socio de la consultora LECA, impulsora del estudio, instó a “cambiar la forma de abordar el tabaquismo en España” y a generar un “debate público” para analizar los resultados de otros países centrados en la corriente del “menor daño”, como Reino Unido, Suecia, Japón o Estados Unidos.

González Ipiña advirtió que la “equiparación” de los cigarrillos tradicionales con el tabaco calentado o los vapeadores, tal y como plantea el anteproyecto de la nueva ley antitabaco del Gobierno, puede suponer un “problema”. A su juicio, esa equiparación “ataca” medidas que se están aplicando con éxito en esos otros países.

El socio de LECA aportó datos comparativos para subrayar la diferencia de resultados: mientras en España la tasa de tabaquismo ha pasado “de un 29% a un 24% en los últimos 10 años”, en Inglaterra, aplicando políticas de reducción de daños, se ha reducido “de un 22% a un 12%”. “Si seguimos haciendo lo mismo, posiblemente tengamos los mismos resultados dentro de diez años”, zanjó.