Una de las preocupaciones de los estudiantes a la hora de elegir qué estudiar en la universidad es qué grados les ofrecerán más salidas laborales, pero también si su elección se ofertará en una universidad pública o privada. Desde luego, la posibilidad de matricularse en una u otra, también dependerá de las circunstancias económicas familiares o personales. La realidad es que una elección u otra influye en la inserción laboral de los mismos una vez que salen al mercado laboral a buscar una oportunidad. Casi ocho de cada diez universitarios está trabajando a los 4 años de finalizar el grado, tienen un contrato indefinido y un salario medio de unos 31.000 euros, aunque la inserción laboral inicial y el sueldo es mayor entre los de las universidades privadas.
El 58% de los estudiantes de las universidades privadas trabaja al primer año de titularse frente al 49% de las públicas, aunque la tasa a los cuatro años es casi igual, cercana al 76%, según el estudio ‘La empleabilidad de los jóvenes en España 2025. ¿Cómo es la inserción de los graduados universitarios?’ realizado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) recogido por EFE.
Los titulados de la privada ganan más, pero los de la pública logran más contratos indefinidos con el tiempo
Los estudiantes egresados de las privadas consiguen mejores contratos al inicio, pero al cuarto año de estar trabajando, el porcentaje de indefinidos es tres puntos mayor entre los que provenían de las públicas. Aunque la mayor diferencia se encuentra en el salario, ya que la base media de cotización anual es 3.561 euros, frente a la de los procedentes de la privada, que es más elevada.
El 32,6% de los titulados de las públicas registra un salario inferior a 24.000 euros, frente al 19,5% de las privadas que lo recibe, cuatro años después de graduarse. Un 47% de los titulados de las públicas supera los 30.000 euros mientras que en las otras, este porcentaje asciende al 63,7%.
Respecto a la brecha salarial de género, no mejora. Los hombres cobran casi 2.300 euros más que las mujeres a los cuatro años de terminar la carrera. Ocho de cada diez varones tiene contratos indefinidos frente a siete de cada diez mujeres. Criminología es el estudio con mayor brecha salarial de género; los hombres perciben 10.000€ más que sus compañeras.
Las ingenierías y salud presentan mejor inserción laboral
El informe, basado en los titulados del curso 2018-2019 y que en 2023 ya estaban trabajando, reflejan una mejor inserción laboral —de casi el 90%— en aquellos procedentes de los estudios de Ingeniería industrial, Informática, Telecomunicaciones, y desarrollo de aplicaciones, con salarios de entre 36.000 y 38.300 euros.
En el área de salud y servicios sociales, destaca Medicina, con la mayor tasa de afiliación (94%) y con la base media de cotización más elevada al cuarto año (41.839€) aunque solo el 2% tiene contrato indefinido.
Artes y humanidades tienen los peores resultados con una tasa de afiliación media de 63,5% a los cuatro años de titularse y un sueldo de unos 27.185 euros, mientras que Educación destaca por tener la menor tasa de contratos a jornada completa, del 58 %. De esta rama, los grados con menor rendimiento en inserción laboral son Bellas Artes, Lenguas Extranjeras, Historia del Arte, Geografía y Conservación, y Restauración.
El informe también refleja que son más alumnos de las privadas los que acaban como autónomos a los cuatro años de titularse: el 12% frente al 6,4% de las públicas.
La oferta de plazas universitarias cae pese al fuerte aumento de la demanda
Entre 2018 y 2025, la oferta de plazas en los grados universitarios se ha reducido ligeramente, mientras que la demanda ha crecido de forma notable, lo que ha provocado un importante desequilibrio entre la capacidad del sistema y las aspiraciones del estudiantado. Según los últimos datos disponibles, la oferta ha disminuido casi medio punto porcentual, frente a un incremento del 25% en el número de solicitudes.
Los únicos ámbitos en los que ha aumentado la disponibilidad de plazas son informática, salud y servicios sociales, así como ciencias y servicios. Educación, con una caída del 7,2% es la que mayor recorte ha presentado. Agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y veterinaria son otras de las áreas más afectadas, donde la oferta se ha reducido un 3,3%, mientras que la demanda se ha incrementado un 38,5%.
El desajuste en el ámbito de ingeniería, industria y construcción también es notable con un 37% de aumento de preinscritos en primera opción y un descenso de plazas del 2,6%.
El perfil de las tituladas: mujer, menor de 25 años y estudiante de la pública
189.438 personas de las universidades españolas se graduaron en el curso 2018-2019, la mayoría mujeres (el 59,4%), con menos de 25 años (71%) y con estudios cursados en la universidad pública (83,6%).
Por ámbito de estudio, predominan los egresados en negocios, administración y derecho (19,5%), salud y servicios sociales (17,4%) y educación (15,9%).

