Llegar justos a final de mes es la realidad de muchas personas. El elevado precio de la vivienda, con salarios que no están acompasados, hace que tanto jóvenes como familias tengan grandes dificultades para ahorrar y salir adelante. Sin embargo, si se piensa en una joven de 27 años con un sueldo de más de 50.000 euros anuales, casi nadie pensaría que forma parte de este colectivo. Ya que, repartido en 12 pagas, da un salario mensual de más de 4.000 euros.
Sin embargo, es el caso de Maddie Baker, maestra de infantil que, durante un tiempo, fue compradora impulsiva. Residente en Virginia (Estados Unidos), todos los días compraba café al menos una vez al día, compraba ropa con frecuencia y gastaba una gran parte de su salario en vacaciones que, según cuenta al medio ‘CNBC’, “probablemente no tenía por qué hacer”.
Su adicción por las compras fue tal que, como ella mismo ha reconocido, “cualquier día que tenía un día difícil en la enseñanza, iba inmediatamente de mi trabajo a una tienda”, afirmando que “la forma en que afrontaba los días difíciles era gastando dinero”. En concreto, Maddie gana alrededor de 63.000 dólares que, al cambio, equivaldría a un salario anual de 54.608 euros aproximadamente.

Entró en un “horrible ciclo” donde vivía al día
Según explica Maddie al citado medio, sus gastos impulsivos se descontrolaron tanto que se vio envuelta en un “horrible ciclo” en el que vivía al día para evitar endeudarse con la tarjeta de crédito. Tardó hasta tres años en controlar sus gastos, si bien actualmente sí sabe administrar su dinero e incluso tiene hobbies que le permiten ahorrar.
Ahora, recordando su etapa anterior, asegura que fue “muy estresante”. “Recuerdo que cada día me despertaba y el estrés por las finanzas me deprimía mucho”. Casi todo su sueldo lo destinaba a pagar su tarjeta de crédito ya que, como siempre acababa justa, recurría a la tarjeta para hacer nuevos gastos, lo que le hacía estar continuamente endeudada.
Ante esta situación, intentó ganar dinero extra de distintas formas, como dando clases particulares a niños durante las vacaciones de verano, vendiendo su ropa, o donando plasma, pero nada de eso bastaba para mantener su estilo de vida. ¿Cómo logro entonces salir de este círculo vicioso? Recibió una devolución de impuestos que le permitió pagar la factura de su tarjeta de crédito sin tener que recurrir a su sueldo.
A partir de ahí, ya pudo tener un “colchón” para pagar la factura de su tarjeta sin tener que comerse todo el sueldo. “Tuve que empezar de cero y estar harta del ciclo en el que me encontraba para hacer algo al respecto”, cuenta. Y es que aprendió la lección y tomó medidas al respecto: además de controlar sus gastos y su impulsividad, ha encontrado una fuente de ingresos extra haciendo vídeos para TikTok, con lo que consigue hasta 2.000 dólares más al mes.
“Todo esto sucedió porque tenía la mentalidad de ‘necesito ahorrar más dinero y gastar menos’”, afirma, sacando una enseñanza de la situación de endeudamiento y crisis que vivió durante varios años.

