Abrir una cuenta en el banco parece un trámite de lo más sencillo, pero lo cierto es que el contrato que se firma con la entidad puede tener algunas cláusulas peligrosas para los usuarios, sobre todo si se desconoce lo que se está firmando. Sobre una de ellas, bastante desconocida, ha advertido una abogada especializada en derecho mercantil.
Según la experta, María Isabel Miranda, cuando se firma un contrato con el banco, ya sea para abrir una cuenta bancaria, contratar una hipoteca o solicitar un préstamo personal, el cliente suele aceptar una serie de cláusulas que pasan desapercibidas, pero que pueden tener un gran impacto.
Una de las condiciones más problemáticas es la que permite al banco decidir el orden en que se cobran los pagos cuando el saldo no es suficiente, priorizando el cobro de las cuotas de los préstamos personales sobre otros gastos.
La abogada, en su video publicado en redes sociales, explica un caso habitual. Si el cliente afronta un gasto imprevisto y no puede cubrir todos los pagos domiciliados en su cuenta (recibos, hipoteca, seguros, préstamos), el banco puede devolver los recibos o incluso la cuota de la hipoteca para cobrarse antes el préstamo personal.
La importancia de revisar antes de firmar
Este tipo de condiciones descritas en el video, suelen estar dentro de lo que se conoce como “letra pequeña” de los contrarios bancarios, y que en muchos casos se firman por desconocimiento o por no haber leído el contrato con detenimiento.
Para el usuario puede suponer un gran perjuicio, mientras que el banco sale ganando, ya que se asegura de que lo primero que se cobra son los préstamos personales, incluso a costa de dejar impagados otros gastos esenciales para su cliente.
El consejo de la abogada es que antes de firmar cualquier documento con el banco se revise cada una de las cláusulas que incluye. Además, es importante preguntar por el orden de prioridad de los pagos y exigir claridad sobre cómo se gestionan situaciones de saldo insuficiente. “Antes de firmar, infórmate, pregunta y exige transparencia. No dejes que la letra pequeña decida por ti”, concluye Miranda.
