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Trump amenaza a la Unión Europea con una subida en los aranceles del 30% dando donde más duele a la economía española y Bruselas se prepara para devolvérsela

La Comisión retrasa su respuesta y advierte de que “si Trump cumple, es el fin del comercio mutuo”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump |iStock, APF
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Donald Trump ha encendido la mecha de la guerra comercial con la Unión Europea. El presidente estadounidense amenaza con imponer un arancel generalizado del 30% a todas las importaciones europeas si no hay acuerdo antes del 1 de agosto. Esta decisión afectaría a Europa, pero más concretamente a la economía y a los productos del campo español como el aceite de oliva, el vino y la aceituna de mesa, productos “made in Spain” que suman más de 1.500 millones de euros en ventas a Estados Unidos y que ya sienten el pánico ante el cierre del mercado norteamericano.

La idea de una tasa arancelaria del 30% es, en la práctica, prohibitiva para el comercio mutuo”, ha sentenciado este lunes el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, antes de reunirse con los ministros de los Veintisiete en Bruselas. La Comisión Europea, por el momento, suspender cualquier represalia, retrasando la entrada en vigor de su propio paquete de contramedidas (valorado en 21.000 millones de euros) hasta el próximo 1 de agosto. En este sentido, desde Bruselas se agarra a la negociación, pero advierte de que “debemos prepararnos para todos los resultados”.

Trump apunta a Europa señalando España

La ofensiva de Trump amenaza con arrasar el sector agroalimentario español, especialmente el aceite de oliva (más de 1.000 millones de euros en ventas a EEUU), el vino (335 millones) y la aceituna de mesa (200 millones). Solo en 2024, las exportaciones alimentarias españolas a Estados Unidos alcanzaron los 3.500 millones de euros, con Andalucía y Cataluña como comunidades más expuestas a este mazazo, según recoge desde 20minutos.

El temor a perder el principal mercado fuera de la UE es ya palpable entre las cooperativas y bodegas, que manifiestan preocupados la imposibilidad de recolocar su producto a corto plazo. “Si el Gobierno de Trump aumenta los aranceles, obviamente se resentirá la demanda de nuestros productos”, reconocen desde el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

La industria, también en el punto de mira

No solo la agricultura está en el disparadero. El nuevo arancel del 30% amenaza también a bienes de equipo, maquinaria, productos farmacéuticos y químicos, con Madrid, País Vasco y Comunidad Valenciana entre las regiones más afectadas. El impacto, según la Cámara de Comercio de España, podría suponer una caída del 14% en las exportaciones nacionales, unos 2.545 millones de euros. Mientras tanto, la industria del motor y el aluminio ya soporta cargas adicionales del 25% y 50%, respectivamente.

La respuesta europea, por ahora, es más diplomática que contundente. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, insiste en negociar hasta el último minuto, pero mantiene preparado un segundo paquete de sanciones, que podría alcanzar los 100.000 millones de euros en importaciones estadounidenses.

A pesar de ello, las cifras muestran que la asimetría del pulso en las exportaciones europeas a EEUU rondan los 360.000 millones y los aranceles de Trump afectan ya al 70% de ellas, adelantan desde El País. “No se trata de una simple represalia, sino de restaurar el equilibrio en la relación”, defienden en Bruselas, conscientes de que igualar el daño sería un suicidio económico para la UE.

Mientras Francia exige dureza, Alemania pide calma

Desde Francia, Macron reclama “acelerar la preparación de contramedidas creíbles”, el canciller alemán, Friedrich Merz, aboga por agotar la vía diplomática hasta el 1 de agosto. La UE muestra una imagen de unidad, pero las tensiones internas afloran a medida que se acerca la fecha límite. España, por su parte, reclama firmeza: «Los aranceles injustificados destruyen prosperidad», advierte Pedro Sánchez.

Ahora, ¿Qué puede pasar? Pues resumiendo, que Trump ha dejado claro que si la UE responde con aranceles propios, sumará la represalia al 30% inicial, abriendo la puerta a una guerra comercial y que hasta ahora no habíamos visto. Mientras tanto, Bruselas busca reforzar lazos con otros socios como India o Mercosur, aunque el tamaño y la rapidez de esos mercados dista mucho del norteamericano.

Quedan apena 18 días para que expire el plazo (cuando llegue el 1 de agosto). El sector exportador español, especialmente en el campo, observa con angustia y malestar el pulso entre Bruselas y Washington en el que, si nadie cede, la subida de aranceles de Trump puede convertirse en el mayor golpe a las exportaciones españolas en décadas y que desafortunadamente pagará en mayor medida el campo español.