Noruega ya ha puesto fecha a la “normalización” fiscal del coche eléctrico tras convertirse, de facto, en el primer país del mundo donde las matriculaciones nuevas son casi íntegramente de batería. Según los últimos datos, en septiembre, los vehículos 100% eléctricos supusieron el 98,3% de las ventas de turismos, un logro que el Ejecutivo interpreta como “objetivo complido” para 2025. Sobre este tema hay que decir, que en 2024, ya se había alcanzado un 88,9% en el conjunto del año.
Bajo estos datos, el gabinete de Jens Stoltenberg, que es actual ministro de Finanzas, ya ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado una revisión a la baja de los incentivos (es decir, que baja, lo que para el consumidor repercute como una subida del IVA).
Así, en 2026, el umbral de la exención del IVA (25%) bajará de 500.000 a 300.000 coronas noruegas, (de 45.108,97 euros a 27.065,38 euros) incorporando al impuesto a los modelos de gama media, consiguiendo que en 2027 se eliminen las exenciones restantes si el Parlamento da su visto bueno. Esta medida afectará a coches “superventas” como el 'Tesla Model Y' y a rivales situados en esa franja de precios, como el ‘Volkswagen ID.4’.
Siete de cada diez coches siguen siendo gasolina
Sobre este “recorte”, la asociación noruega del vehículo eléctrico (Norsk Elbilforening) considera que la retirada es “demasiado rápida” y pide un calendario más gradual para no erosionar la ventaja relativa del eléctrico frente a la combustión. Aunque la electrificación del mercado de nuevos es prácticamente total, siete de cada diez coches que circulan por el país siguen siendo de gasolina o diésel, lo que, a su juicio, aconseja prudencia para no frenar la renovación del parque. “Cambios bruscos pueden hacer que más personas vuelvan a elegir coches de combustión”, advirtió su secretaria general, Christina Bu.
No será fácil sacar esta medida adelante, ya que el Ejecutivo (que gobierna en minoría) necesitará negociar la letra pequeña del presupuesto con varias formaciones en el Storting. El calendario oficial sitúa la tramitación del Presupuesto Nacional 2026 desde el 15 de octubre, cuando se presentó el paquete económico. El Gobierno ha señalado que, para mantener el diferencial de precio a favor del eléctrico, endurecerá en paralelo el gravamen de matriculación para los vehículos de combustión.
El éxito de Noruega no es fruto de un único incentivo, sino de una combinación sostenida durante dos décadas en las que se ha unido la exención (parcial) del IVA, junto con las bonificaciones en peajes y ferris, acceso a carriles reservados a lo que hay que sumar una fiscalidad muy gravosa sobre la compra y uso de coches fósiles. Desde 2023, además, se introdujo una tasa por peso para los eléctricos y la exención total de IVA se acotó a los primeros 500.000 coronas del precio (45.108,97 euros), decisión avalada por la Autoridad de Supervisión de la AELC y prorrogada hasta 2026.
El giro que ahora se plantea (y que muchos países observan) es propio de mercados maduros, ya que cuando el producto ya es dominante, las arcas públicas comienzan a retirar apoyos y a recolocar recursos es decir, “te incentivamos y luego la retiramos”. Ahora, la pregunta que nos debemos de hacer es si la subida de precio neto en modelos de volumen (cuando parte del precio supere las 300.000 coronas o 27.065,38 euros) reducirá temporalmente las ventas o si la mayor oferta y red de recarga compensarán ese efecto. En septiembre, el país noruego registró 14.084 eléctricos puros y apenas 245 coches no eléctricos; Tesla (de Elon Musk) mantuvo el liderazgo con el Model Y.
Cómo afectaría a España
Ahora ¿Cómo afecta esto a España? Para España y el resto de la UE, el caso noruego sugiere dos lecciones. La primera, que el “carrot and stick” funciona, ya que incentivar el eléctrico y encarecer la combustión acelera el cambio. La segunda, es que la retirada de ayudas exige tramos(no hacerlo de golpe) y previsibilidad para no generar efectos indeseados en el corto plazo, especialmente cuando la mayor parte del parque aún es térmico. La transición, una vez consolidada, entra en su fase de gestión.

