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Lituania decreta el estado de emergencia por la “guerra híbrida” aérea de Bielorrusia: los globos del contrabando de tabaco cruzan Europa

El Gobierno de Vilnius moviliza al Ejército ante una oleada de artefactos que evidencia cómo el alza impositiva y las nuevas tecnologías desbordan las fronteras de la UE, un fenómeno que ya se replica en España.

Mapa de Europa
Mapa de Europa |Archivo
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Las autoridades de Lituania han declarado este martes el estado de emergencia en todo el territorio nacional ante una amenaza tan inusual como disruptiva, siendo esta una oleada masiva de globos meteorológicos cargados con tabaco de contrabando procedentes de la vecina Bielorrusia. Lo que podría parecer un problema menor de seguridad fronteriza ha escalado hasta convertirse en una crisis de Estado, forzando el cierre del aeropuerto internacional de Vilnius en más de una decena de ocasiones y poniendo en alerta a la Unión Europea sobre la creciente sofisticación de las redes de comercio ilícito. Esto no es un hecho aislado, pues en España ocurre algo similar, donde en Gibraltar las mafias han empezado a usar drones para el contrabando, teniendo que cerrar hasta el espacio aéreo.

El Gobierno lituano califica estos envíos de “ataques híbridos” enviados por el régimen de Aleksandr Lukashenko, aliado del Kremlin. Según el ministro del Interior, Vladislav Kondratovic, esta medida busca dar a las Fuerzas Armadas de poderes especiales para interceptar estos artefactos que, al no tener de metal y moverse silenciosamente, son por así decirlo invisibles para los radares convencionales, poniendo en grave riesgo la aviación civil.

Desde el pasado octubre, la amenaza aérea ha obligado a detener las operaciones en el aeropuerto de la capital durante más de 60 horas, afectando a 350 vuelos y dejando en tierra a unos 51.000 pasajeros. La primera ministra, Inga Ruginiene, ha asegurado que la población no sufrirá inconvenientes, pero ha defendido la necesidad de “tomar las medidas más estrictas” ante lo que considera actos equiparables al terrorismo. Por otro lado, Lukashenko ha rechazado las acusaciones, tildándolas de exageración política.

La punta del iceberg del mercado negro europeo

La crisis de los globos en el Báltico es la manifestación más visible y peligrosa de un problema de fondo que recorre Europa que es, la rápida adaptación del mercado negro ante las diferencias fiscales y las restricciones comerciales.

Los datos respaldan esta tendencia, pues según informes de la consultora KPMG, el consumo de cigarrillos ilegales en la Unión Europea alcanzó los 39.000 millones de unidades en 2024. Las redes de contrabando han profesionalizado sus métodos, sustituyendo las grandes rutas de camiones por envíos más discretos y tecnológicos, que van desde drones y globos de bajo coste hasta la paquetería ferroviaria.

El caso de los Países Bajos sirve de advertencia, ya que tras aprobar una subida impositiva del 24% en los cigarrillos y del 45% en el tabaco de liar, el consumo no descendió drásticamente, sino que se desplazó. Es decir, que los fumadores cruzaron la frontera para comprar más barato o acudieron al mercado ilícito. Ahora, Lituania sufre la versión extrema de esta dinámica, pues cuando el producto legal es caro o inaccesible, y el vecino (Bielorrusia) ofrece precios irrisorios, las mafias encuentran el camino, ya sea por tierra o por aire.

Aviso para España

Como hemos dicho al principio, este problema cruza fronteras y acaba llegando a España tanto en materia sanitaria como fiscal. Por un lado, las fuerzas de seguridad ya han detectado el uso de drones para introducir tabaco desde Gibraltar, una táctica que, al igual que en Lituania, pone en riesgo, no solo es espacio aéreo y aduanero, sino también la seguridad de las personas que lo transitan.

Por otro lado, el Ministerio de Sanidad prepara un anteproyecto de Ley Antitabaco que podrán más limites y endurecerá las restricciones al consumo en espacios públicos y equiparará los vapeadores al tabaco convencional. Pero la cosa no acaba aquí, pues Bruselas revisa la Directiva de Impuestos al Tabaco, con una propuesta interna que podría elevar el impuesto mínimo por cada 1.000 cigarrillos de 90 a 215 euros, un incremento del 139%.

Los expertos avisan de que, si la presión fiscal y las prohibiciones aumentan, España podría convertirse en el modelo holandés, provocando que se alimente de forma involuntaria la economía sumergida.

Por último, no hay que olvidar el impacto para las arcas del Estado. Nuestra Hacienda recauda cada año cera de 9.000 millones de euros a través del IVA y los impuestos especiales del tabaco. Ahora bien, las pérdidas asociadas al comercio ilícito ya se estiman en unos 879 millones de euros al año.