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La presidenta del BCE asegura que la buena marcha de la economía española “se debe en gran medida” a la inmigración

La presidenta del BCE, defendió el papel de la inmigración en el crecimiento del empleo y la recuperación económica en Europa, poniendo a España como ejemplo de éxito.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde |Reuters
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó este sábado que la recuperación económica de España tras la pandemia ha estado fuertemente respaldada por la aportación de la mano de obra extranjera. Durante su intervención en el simposio de Jackson Hole, en Estados Unidos, Lagarde subrayó que el mercado laboral de la eurozona ha mostrado una notable resistencia, en buena medida gracias a la inmigración, y destacó a España y Alemania como dos de los países donde este fenómeno ha tenido un mayor impacto.

“El sólido desempeño del PIB de España tras la pandemia, que ha contribuido a sostener el agregado de la zona euro, también se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera”.

En su intervención, según recogen desde Europa Press, Lagarde explicó que la inmigración ha sido responsable de cerca del 50% del crecimiento del empleo en la eurozona durante los últimos tres años, a pesar de un contexto marcado por el endurecimiento de la política monetaria. Según sus palabras, este fenómeno ha permitido contener el impacto negativo que históricamente suele asociarse a la subida de los tipos de interés.

La presidenta del BCE añadió que, a pesar del enfriamiento económico provocado por las medidas contra la inflación, el empleo ha crecido por encima de las expectativas.

España y Alemania, ejemplos del impacto positivo de la inmigración

España y Alemania han sido dos de los países puesto como ejemplo en los que los trabajadores extranjeros han ayudado en el impulso de la economía. 

En el caso de Alemania, Lagarde advierte que su PIB sería un 6% menor desde 2019 sin la aportación de los trabajadores extranjeros. En cuanto a España, remarcó que su recuperación tras la crisis del COVID-19 ha sido una de las más sólidas del bloque europeo, y que la inmigración ha desempeñado un papel clave en sostener el crecimiento del PIB y del mercado laboral.

En el conjunto de la eurozona, estos empleados apenas representaban el 9% de la fuerza laboral en 2022, pero fueron responsables de casi la mitad del aumento del empleo en el periodo analizado.