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Luis Miguel, el dueño de un bar de Salamanca, impone consumición mínima: "Si no les gusta, pueden ir a otro"

En el centro de Salamanca un bar ha decidido imponer una consumición mínima: cada cliente debe pedir al menos una bebida y una tapa.

Varias personas sentadas en terrazas
Luis Miguel, el dueño de un bar de Salamanca, impone consumición mínima: "Si no les gusta, pueden ir a otro" |Archivo
Jorge Magdalani
Fecha de actualización:
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En una calle céntrica de Salamanca, un bar ha colocado un cartel que ha llamado la atención de clientes y vecinos: “Viernes noche y sábado noche, consumición mínima de una bebida y una tapa”. La medida se aplica tanto en la terraza como en el interior. El objetivo, según el propietario, es evitar "la ruina” de su negocio.

El propietario, Luis Miguel, ha atendido al programa de ‘Vamos a ver’, emitido en Telecinco, y entre sus reclamaciones ha explicado que en su bar exige que cada persona que entre tenga una consumición mínima de tapa y bebida, sin excepciones

Una bebida y una tapa, la consumición mínima

El dueño del local ha señalado que mucha gente “se sentaba en la terraza durante dos horas con un agua o un vino. Al final, la cuenta eran cinco o seis euros. Mientras tanto, había colas de gente esperando para sentarse. Y claro, con esos números es imposible mantener un bar a flote”, explicaba.

Según el hostelero, la medida de su bar se aplica principalmente los viernes y sábados por la noche, los momentos de mayor afluencia en el local. Aquí, cada persona debe pedir al menos una consumición completa (una bebida y una tapa) y cada mesa debe superar un gasto mínimo que oscila entre seis y diez euros. El objetivo, subraya, es asegurar la rotación de mesas y sostener el negocio en un momento marcado por el aumento de los costes.

Es por este motivo que esta norma se aplica siempre, hasta cuando entra en el local un grupo de más de 10 personas. Si una de ellas no quiere consumir bebida y tapa, entonces el resto de comensales deberán buscarse otro lugar para tomar, reunirse o consumir.

“Yo no obligo a nadie”, decía. Aunque Patricia Pardo, de la plataforma 'Soy camarero', y presente en el programa de Telecinco, no estaba demasiado de acuerdo. “Si la condición para poder sentarse es pedir una tapa y una bebida un poco obligar sí es, ¿no?”. Ha sido ahí cuando el propietario ha recalcado que él tiene que mirar por la viabilidad de su negocio.

Aunque no le ha temblado demasiado el pulso cuando desde el programa televisivo les hicieron más preguntas: "Si no les gusta, hay muchos más bares en Salamanca”, respondió con rotundidad, dejando claro que en este bar les da igual perder una mesa de 10 personas aunque solo uno de ellos no quiera consumir: “no se sentarían, está anunciado por todo el local”.

El responsable del bar detalla que los gastos fijos se han disparado. Bien desde tasas municipales por el uso de la terraza, bien por la subida en los precios de los suministros, los costes de personal y la competencia creciente en la hostelería de la ciudad de Salamanca. “Si una mesa está ocupada durante mucho tiempo y no consume lo suficiente, se pierde dinero. Y eso, con la situación actual, no lo podemos permitir”, declaró.

Cómo se comunica la norma

El bar decidió colocar un cartel en la puerta hace unas semanas, para que todos los clientes lo vean antes de entrar. También aparece en la carta y en zonas visibles del local. El mensaje es claro: en determinadas franjas, cada persona debe pedir al menos una bebida y una tapa.

Las reacciones han sido distintas. “Al principio hubo sorpresa, pero cuando explicamos el motivo la mayoría lo entiende”, asegura. En su opinión, se trata de una manera “honesta” de comunicar al cliente las reglas del servicio.

Lo que dice la OCU

Si nos atenemos a la validez que tiene, realmente está en lo cierto. De hecho, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que este tipo de medidas son legales siempre que se informen de manera clara y antes de que el cliente consuma

En declaraciones recogidas por ‘La Gaceta de Salamanca’, según la organización, los bares tienen derecho a establecer consumiciones mínimas o limitar el tiempo de estancia en las mesas, como ocurre en este caso, siempre que se informe de forma clara a los clientes.

No se puede imponer después de que la persona ya esté sentada y haya empezado a pedir”, señalan. La OCU insiste en que este tipo de condiciones deben aparecer en un lugar visible, como la entrada, la carta o un cartel destacado.