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Sergio, sobre instalar placas solares en casa: "no las recomiendo, me he ahorrado 250 euros en un año y la instalación cuesta más de 6.000 euros, tardo 15 años en amortizarlo"

Las placas fotovoltaicas se han convertido en una de las alternativas de autoconsumo con mayor independencia energética.

Dos hombres instalando placas solares.
Dos hombres instalando placas solares. |Envato
Ana Cara
Fecha de actualización:
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Cada vez más hogares se suman a la instalación de placas fotovoltaicas para ahorrar en la factura eléctrica y disfrutar de una mayor dependencia energética. Otra de las ventajas son los incentivos y ayudas estatales para su implementación. Este es el caso de Sergio, que hace un año se sumó a las instalaciones fotovoltaicas. Sin embargo, frente a las ventajas antes citadas, no ha conseguido reducir su factura eléctrica.  

En una entrevista en el programa ‘Herrera en COPE’, ha explicado que la inversión inicial le costó unos 13.000 euros y solo ha conseguido ahorrar 250 “en un año” asegura. Calcula que tardará entre 15 y 20 años en recuperar el desembolso. Su testimonio llega en un momento en el que miles de hogares valoran el autoconsumo ante la inestabilidad de los precios de la energía.

Un proyecto costoso con una amortización que se alarga

En la entrevista, Sergio ha relatado que la inversión que realizó se situó en torno a los 13.000 euros de media, considerando todos los componentes del sistema. Tras un año de funcionamiento, aseguró que el balance dista mucho de lo que le prometieron en un principio. 

“Yo no las recomiendo, me he ahorrado 250 euros en un año”, ha añadido Según señala, esta diferencia respecto a las previsiones comerciales ha sido decisiva para cuestionar la conveniencia de la instalación. Durante su intervención, ha insistido en que las estimaciones iniciales hablaban de una recuperación rápida de la inversión, algo que “no se ha cumplido en absoluto”, asegura.

El análisis de los expertos: la caída del precio de los excedentes

En la sección económica del programa de COPE, el profesor Fernando Trías de Bes ha explicado las razones que están ralentizando la expansión del autoconsumo. Ha recordado que la rentabilidad depende del ahorro directo en la factura y de la venta de los excedentes de energía a la red. Sin embargo, este segundo pilar se ha debilitado de forma notable.

El experto ha señalado que en el año 2022, durante la crisis energética, “se pagaba el megavatio hora a 200 euros”, mientras que la pasada primavera “llegó a costar 0”. Esta variación afecta de lleno a las instalaciones domésticas, que producen la mayor parte de la energía en horas de escaso consumo, como las franjas de mañana. El propio Trías de Bes, que también tiene placas, ha reconocido que su previsión de amortización ha pasado de 7 a 20 años, una cifra que refleja la incertidumbre actual.

Cuándo puede resultar más rentable

Pese al desánimo de muchos propietarios, el profesor ha apuntado a los escenarios en los que la inversión puede resultar más interesante como contar con un coche eléctrico o con sistemas de calefacción de gasoil, que incrementa el autoconsumo directo y reduce la dependencia de la red. “Mi coche es eléctrico, yo lo cargo con el sol”, ha explicado durante la entrevista.

Otro elemento que condiciona el rendimiento es la instalación de baterías domésticas. Según el experto, se trata de un sistema que si está “mínimamente bien” ronda entre 3.000 y 5.000 euros, dispone de una vida útil limitada y apenas cuenta con deducciones fiscales, lo que retrasa todavía más el retorno económico.

El desafío de las comunidades de vecinos

A las dificultades económicas se suman las trabas administrativas, especialmente en instalaciones compartidas. Pello Mendida, representante del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, ha señalado que la “farragosa documentación” que requieren los contratos comunitarios obliga a las empresas instaladoras a añadir “mucho gasto de tramitación”, lo que incrementa el coste final “casi un 20%” frente a una instalación industrial.

Este encarecimiento, unido a los tiempos de amortización actuales, complica el avance del autoconsumo colectivo en bloques de viviendas.