El gran apagón que paralizó la península ibérica el pasado 28 de abril fue “el más grave ocurrido en Europa en los últimos 20 años”. Así de contundente es la principal conclusión del informe preliminar presentado este viernes por la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión de Electricidad (Entso-E). La investigación, que evita señalar responsables directos, identifica como causa un fenómeno nunca antes visto en el continente: un colapso provocado por “sobretensiones en cascada” que los sistemas de defensa de España y Portugal fueron incapaces de contener.
Tras cinco meses de análisis, el organismo europeo ha publicado un documento “factual” que reconstruye la cronología del incidente basándose en los datos facilitados por los operadores y empresas implicadas. Aun así, el análisis definitivo, que incluirá las causas raíz y las recomendaciones para evitar futuros colapsos, no se publicará hasta el primer trimestre de 2026.
“Esto nunca ha sucedido antes en Europa, y esto lo sabemos con certeza”, aseguró en una comparecencia ante la prensa Damian Cortinas, presidente del comité de Entso-E encargado de la investigación. Cortinas destacó la singularidad del suceso, subrayando que no han encontrado registros de un apagón de estas características en ninguna otra parte del mundo. “Este efecto cascada de sobretensión que provoca un apagón total es algo nunca visto. Y, por supuesto, un apagón total en dos países tiene importantes repercusiones para los ciudadanos y la sociedad”, añadió.
El informe pone el foco en cómo una pérdida inicial de apenas 500 megavatios (MW), una cifra menor para el conjunto del sistema, derivó en menos de dos minutos en una serie de sobretensiones que se extendieron por toda España y, posteriormente, a Portugal. “Solo fue posible detenerlo en la frontera con Francia. Y para evitar que se extendiera al resto de Europa”, explicó Cortinas.
No obstante, el directivo de Entso-E insistió en que el objetivo del panel de 45 expertos europeos no es depurar responsabilidades. “La función de Entso-E no es atribuir responsabilidad a ninguna de las partes. No somos un organismo policial ni judicial. Es algo que las autoridades españolas asignarán cuando llegue el momento”, afirmó, reconociendo la gravedad de las posibles consecuencias legales. En esa línea, el informe lamenta no haber tenido acceso a toda la información necesaria, ya que ocho empresas de generación y distribución no dieron su consentimiento para compartir la totalidad de sus datos con el panel, a pesar de las gestiones de Red Eléctrica de España (REE) para recopilarlos.
Cronología de un colapso
El documento detalla que la mañana del 28 de abril de 2025 estuvo marcada por una alta generación de energías renovables y una creciente variabilidad de la tensión en la red española. Antes del colapso se produjeron dos periodos de fuertes oscilaciones de potencia y frecuencia, entre las 12:03 y las 12:08, y de nuevo entre las 12:19 y las 12:22.
Para mitigar estas anomalías, los operadores tomaron medidas como la reducción de la exportación de electricidad a Francia. Sin embargo, el informe sugiere que estas acciones, paradójicamente, “provocaron un aumento de tensión en el sistema eléctrico ibérico”.
El incidente como tal comenzó a las 12:32, con varias desconexiones “importantes” de generadores eólicos y solares en el norte y sur de España. En menos de un minuto, el sistema perdió 208 MW, a los que se sumó un aumento de carga neta de 317 MW, posiblemente por la desconexión de pequeñas instalaciones fotovoltaicas. Las causas de estos primeros eventos son aún desconocidas.
La situación se precipitó entre las 12:32:57 y las 12:33:18, cuando una serie de “importantes eventos de desconexión” en Andalucía, Extremadura y Castilla y León provocaron una pérdida adicional de al menos 2.000 MW (2 gigavatios). A partir de ese momento, la tensión en el sur de España y en Portugal aumentó bruscamente, desencadenando la cascada de fallos. A las 12:33:19, los sistemas español y portugués comenzaron a perder el sincronismo con el resto de Europa. Los planes de defensa y los deslastres automáticos de carga se activaron, pero no lograron evitar el colapso, que se consumó a las 12:33:23 con la separación total de la red peninsular.
La restauración del suministro se inició gracias a la activación de recursos de arranque autónomo en algunas centrales y a las interconexiones con Francia y Marruecos. Portugal completó el proceso a las 00:22 del 29 de abril, mientras que España lo hizo en torno a las 04:00 de la madrugada.

