La asociación de consumidores FACUA ha advertido que los restaurantes no pueden cobrar penalizaciones a los clientes que cancelen o no acudan a una reserva al tratarse, en muchos casos, de una práctica abusiva contraria a la legislación. La asociación ha denunciado a varios establecimientos por imponer cargos económicos que obligan a pagar por un servicio que no llega a prestarse.
Según explica FACUA, cada vez son más los restaurantes que, al formalizar una reserva, incluyen cláusulas que prevén el cobro de una cantidad por comensal o incluso del importe íntegro del menú, si el cliente no se presenta o cancela tarde, unas condiciones que considera desequilibradas y no siempre justificadas.
La asociación sostiene que solo en casos muy concretos, como cancelaciones de última hora de grupos grandes, podría justificarse una compensación. Aplicar penalizaciones de forma generalizada, sin analizar cada caso, resultaría desproporcionado. Además, alerta de que en algunos casos las penalizaciones son tan altas que el restaurante podría ganar más con las cancelaciones que con los propios clientes y denuncia que no existen compensaciones para el consumidor cuando es el local el que no cumple la reserva.
Qué dice la ley sobre esta práctica
En su justificación, la asociación recuerda que el artículo 87 del Real Decreto Legislativo 1/2007, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, considera abusivas las cláusulas que exigen “el abono de cantidades por servicios no prestados efectivamente” o fijan indemnizaciones que no se corresponden con los daños realmente causados.
La norma también rechaza la retención de cantidades abonadas por el consumidor cuando este renuncia, si no se contempla una compensación equivalente en caso de renuncia por parte del empresario.
FACUA ha denunciado a varios a restaurantes
FACUA ha presentado nuevas denuncias ante las autoridades autonómicas de consumo. Entre ellas, figura el restaurante madrileño El Invernadero, vinculado al chef Rodrigo de la Calle, al que ya había denunciado por cobrar 100 euros a los clientes que no se presentaban o cancelaban con menos de 24 horas de antelación.
Según la asociación, el local ha modificado su política, pero para endurecerla, ahora en caso de cancelación tardía o ausencia, se carga íntegramente el precio del menú elegido por comensal, con independencia de que el servicio se preste o no. FACUA ha vuelto a denunciar esta práctica ante la Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid.
La organización también ha actuado contra tres restaurantes del grupo sevillano Factoría Serendipia como Mariatrifulca, Maquiavelo y La Casa de María, que imponen penalizaciones de entre 10 y 20 euros a quienes no acuden o cancelan con menos de doce horas de antelación.
FACUA subraya que estas condiciones deben ajustarse a la ley y que los restaurantes no pueden cobrar penalizaciones de forma automática si no pueden demostrar que la cancelación les ha causado un perjuicio real.

