Todo avance tecnológico ha venido acompañado de su dosis de controversia. Hitos como la imprenta o la electricidad, totalmente aceptadas actualmente, generaron al principio escepticismo e incluso resistencia, por extraño que parezca. Los factores sociales y económicos, principalmente, son los que moldean cómo se percibe, debate y acepta una innovación concreta.
La Inteligencia Artificial lo pone de manifiesto, protagonizando hoy uno de los debates más candentes del momento: la optimización de procesos o la mejora en la toma de decisiones frente a sesgos algoritmos, la desaparición de puestos de trabajo, o los problemas de privacidad y seguridad. Es un ejemplo perfecto de lo que provoca cada paso de la tecnología: optimismo pero también confusión y desconfianza.
En esta coyuntura se encuentra Philip Morris International (PMI), la mayor tabaquera del mundo, quien ha invertido 14.000 millones de dólares (USD) en ciencia y tecnología para rediseñar su modelo de negocio y liderar una transición hacia productos sin humo, menos nocivos que los cigarrillos tradicionales. Se trata de una apuesta que no solo pretende redefinir el futuro de la industria, sino que presenta una oportunidad para mejorar la salud pública.
La ausencia de combustión, la clave
Hoy día, se han asentado alternativas a los cigarrillos tradicionales como los dispositivos para tabaco calentado, los cigarrillos electrónicos (o vapeadores) y las bolsas de nicotina. Todos productos sin combustión que, aun sin estar exentos de riesgo, exponen a los consumidores a niveles significativamente más bajos de sustancias nocivas. ¿El motivo? La ausencia de combustión. Ahí está la clave.
Es en el humo del cigarrillo donde se encuentra la mayoría de las sustancias tóxicas responsables de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. La mejor opción, por supuesto, sigue siendo no fumar o dejar de hacerlo cuanto antes. Pero para aquellas miles de personas que, aun sabiendo que es perjudicial, siguen haciéndolo, cambiar a un producto sin humo avalado científicamente representa una alternativa menos nociva.
Suecia y Japón, casos de éxito
La apuesta de PMI es abogar por los productos sin humo como alternativas menos nocivas a los cigarrillos. Países como Suecia y Japón son ejemplos claros de cómo la innovación puede generar impactos positivos en la salud pública.
En Suecia, donde el uso de snus (un producto de tabaco oral sin combustión) y las bolsas de nicotina (un producto de nicotina oral sin combustión) están ampliamente extendidas, las tasas de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar son notablemente más bajas que en otros países europeos. Japón, por su parte, ha visto una caída del 45% en la prevalencia del tabaquismo desde la introducción de productos para tabaco calentado en 2014.
Dos países diferentes que tienen un denominador común: facilitar el acceso de los fumadores adultos a productos menos nocivos y proporcionar información veraz basada en evidencia científica, acelera el fin del cigarrillo.
Mitos, ciencia y realidad: el desafío de superar la desinformación
La evidencia científica ha respaldado las alternativas sin combustión ni humo, pero estas siguen sin recibir la aceptación pública y normativa. La principal razón es la desinformación existente sobre las principales causas de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, que perpetúa la confusión y el escepticismo de los consumidores en torno a las innovaciones sin humo.
Esto dificulta la toma de decisiones informadas de los fumadores adultos de apostar por mejores alternativas que seguir fumando. Como ejemplo, mucha gente piensa que la nicotina es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Sin embargo, aunque la nicotina es adictiva y no es inocua, son las otras sustancias químicas emitidas cuando se quema un cigarrillo (por la combustión) las principales causantes de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Redefinir una industria desde sus cimientos no es solo un desafío empresarial, sino un compromiso que requiere valentía, visión y rigor científico. Philip Morris sostiene que la innovación, ejercida con responsabilidad, es el motor del cambio global. Por ello, su estrategia se fundamenta en la tecnología y la transparencia, con el objetivo firme de consolidar un futuro sin humo que ofrezca a millones de adultos alternativas mejores al cigarrillo convencional.

