La Comisión Europea ha aprobado un régimen de ayudas español dotado con 700 millones de euros para impulsar inversiones que aumenten la capacidad de fabricación de tecnologías limpias en España. La decisión se emarca en el Clean Industrial Deal State Aid Framework (CISAF), el nuevo marco de ayudas estatales que Bruselas adoptó el 25 de junio de 2025 para acelerar la transición hacia una economía de cero emisiones netas.
El esquema de España permitirá conceder subvenciones directas a proyectos industriales en ámbitos como baterías, paneles solares, aerogeneradores, bombas de calor, electrolizadores o sistemas de captura y almacenamiento de carbono, así como a la fabricación de componentes críticos asociados. Estas serían las ayudas disponibles:
- Despliegue de energías renovables y combustibles bajos en carbono: Ayudas para instalar nuevas renovables (solar, eólica, etc.) y almacenamiento, con licitaciones simplificadas.
- Rebaja temporal del precio de la electricidad para grandes consumidores: Mecanismos para reducir, de forma acotada en el tiempo, la factura eléctrica de industrias electrointensivas mientras avanza la descarbonización del sistema. Busca evitar deslocalizaciones por costes energéticos.
- Descarbonización de procesos industriales: Subvenciones para electrificar procesos, mejorar la eficiencia energética y sustituir gas y otros fósiles por hidrógeno renovable o producido con electricidad que cumpla condiciones de sostenibilidad. También cabe el uso de combustibles derivados del hidrógeno.
- Capacidad de fabricación de tecnologías limpias: Apoyo a nuevas fábricas y ampliaciones de capacidad para producir tecnologías “cero neto”: baterías, paneles solares, aerogeneradores, bombas de calor, electrolizadores y sistemas de captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS), además de sus componentes clave. Incluye producción y reciclaje de materias primas críticas vinculadas.
- Reducción de riesgo para inversiones verdes e infraestructuras: Instrumentos para compartir riesgo (por ejemplo, garantías o esquemas de cobertura) en proyectos de energías limpias, descarbonización industrial, fabricación de tecnología limpia, determinadas infraestructuras energéticas y economía circular.
La medida estará abierta a empresas de todo el territorio y podrá solicitarse hasta el 31 de diciembre de 2028, dentro del calendario del CISAF, vigente hasta el 31 de diciembre de 2030. Ahora bien, queda por conocerse los detalles operativos de las convocatorias y los criterios de selección.
Según el departamento de Competencia de la Comisión, el objetivo es fortalecer la base industrial europea y reducir cuellos de botella en cadenas de suministro clave para la descarbonización. La autorización llega en un contexto en el que Bruselas está utilizando el CISAF para movilizar inversión privada y pública en energía limpia, descarbonización industrial y tecnologías estratégicas.
La aprobación del plan coincide con el refuerzo del papel de Teresa Ribera en el Colegio de Comisarios como vicepresidenta ejecutiva con competencias en Competencia y Transición Limpia, Justa y Competitiva, cartera desde la que se supervisa la política de ayudas de Estado y la aplicación del CISAF.
Antecedentes y encaje regulatorio
El CISAF fija las condiciones para que los Estados miembros apoyen, con arreglo a las normas de competencia de la UE, inversiones en renovables, descarbonización de procesos, reducción temporal del precio eléctrico para grandes consumidores, capacidad de fabricación de cleantech y mitigación de riesgos en proyectos de economía circular e infraestructuras energéticas. Este marco sustituye y reordena instrumentos previos y estará en vigor hasta 2030.
España ya venía utilizando regímenes autorizados por Bruselas para acelerar la transición energética. En marzo de 2025, la Comisión aprobó otro plan español de 700 millones para almacenamiento eléctrico a gran escala, orientado a desplegar entre 2,5 y 3,5 GW de capacidad mediante ayudas de capital. El nuevo plan validado ahora es distinto: se centra en la capacidad industrial para fabricar tecnologías limpias en el país.
Impacto esperado y próximos pasos
El Gobierno deberá concretar en bases y convocatorias los topes de ayuda por proyecto, los criterios de adjudicación y los compromisos de ejecución e hitos. A falta de ese detalle, la autorización comunitaria despeja el riesgo regulatorio y abre una ventana para fabricantes y proveedores de componentes que quieran ampliar capacidad o relocalizar producción en España. La Comisión subraya que los regímenes bajo CISAF buscan minimizar distorsiones de competencia y priorizan mecanismos competitivos de asignación cuando procede.
El sector industrial y las comunidades autónomas con polos energéticos y logísticos avanzan como candidatas naturales para captar proyectos, con especial potencial en baterías, solar y eólica por el peso de estas cadenas en la Península.

