Donald Trump, presidente de Estados Unidos (EEUU) ha anunciado la imposición de un arancel adicional del 100% a los productos procedentes de China, así como controles en la exportación de software a partir del día 1 de noviembre. La medida, que ha sido comunicada por medio de su red social Thuth, se ha producido horas después de que el presidente americano amenazara con cancelar la reunión con su homólogo chino, Xi Jinping durante la cumbre de la APEC (Cooperación Económica Asia Pacífico) que tendrá lugar los días 31 de octubre y 1 de noviembre.
“A partir del 1 de noviembre iban a imponer controles de exportación a gran escala en prácticamente todos los productos que fabrican y algunos ni siquiera están hechos por ellos. Esto afecta a todos los países sin excepción y obviamente era un plan ideado desde hace años”, escribió Trump. Además, calificó esta iniciativa china como “una vergüenza” afirmando que Pekín mantiene una postura comercial “extremadamente agresiva”.
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De este modo, se agravan las tensiones entre las dos principales economías del mundo, en un contexto que ya de por sí está marcado por la competencia de la tecnológica y la pugna por la materia prima. De hecho, Trump ha justificado esta respuesta como consecuencia directa a las restricciones por parte de China a las exportaciones de tierras raras que son esenciales para la industria tanto electrónica como militar. Así, Washington ha ido más allá calificando esta maniobra de una amenaza para la seguridad nacional.
El presidente de EEUU “no ve motivos” para reunirse con Xi Jinping
El presidente de Estados Unidos considera que China “está enviando cartas a países de todo el mundo” para detallar los productos afectados. Esta estrategia podría “congestionar el mercado y complicar la vida a prácticamente todos los países del mundo, especialmente a China”.
Ha considerado que, a día de hoy, no encuentra ningún motivo para mantener la reunión planificada con Xi Ping, durante la cumbre de la APEC. “Creo que no hay razones para hacerlo” ha dicho en otro mensaje.
Este nuevo paquete de medidas también incluye limitaciones a la venta de software estadounidense en territorio chino y está dentro de las políticas proteccionistas que Donald Trump lleva a cabo desde que llegó a la Casa Blanca.
Ahora, falta conocer si desde el despacho oval se van a ofrecer más detalles sobre cuáles son los sectores o los productos que estarán afectados por estos nuevos aranceles, unos datos que desde el Gobierno de EEUU aún no se han dado.