Con el paso del tiempo y de los años nos sentamos para echar la vista atrás y recordar qué fue lo que hicimos mal y cuáles fueron nuestros mayores errores. Los jubilados saben de esto y más los mayores de 80 años, ya que, de si algo pueden hablar es, de su experiencia.
En este sentido, el canal de Royki con más de 700.000 suscriptores ha realizado una entrevista a estos mayores, los cuales vienen con consejos sabios y cargados de emociones. Estos consejos van dirigidos a los más jóvenes, haciendo ver que dónde ahora parece que lo tenemos todo, luego podemos perder lo que más queremos.
Uno de ellos es un jubilado que emocionado dice: “Yo es que me quedé viudo hace tres años y cuando hablo de esto, Pues pienso lo que he pasado y el cómo me encuentro ahora, pues te das cuenta de lo que te falta”. El video también cuenta las oportunidades que quedaron sin aprovechar.
“Me arrepiento de no haber viajado más”, confiesa un entrevistado. Otra mujer recuerda con nostalgia lo que nunca pudo estudiar: “Quise hacer Derecho, pero mis padres no podían permitírselo. Acabé en Magisterio, aunque siempre tuve esa espina clavada”.
“Trabajábamos desde niños”
Buena parte de los jubilados coinciden en que regresarían gustosos a la juventud cambiar esas decisiones erróneas. “Volvería a tener 30 años, pero con la cabeza de ahora”, dice una mujer. Otros, en cambio, aseguran que repetirían su vida exactamente igual, pese a las dificultades. La soledad aparece como uno de los temas más recurrentes. “Los hijos se casan, tu pareja falta y te encuentras sola. Eso es lo más duro de hacerse mayor”, lamenta una entrevistada.
En casi todos los relatos aparece la misma constante, y es, el sacrificio. Muchos de los jubilados comenzaron a trabajar siendo apenas unos niños. “Con 9 años ya estaba en una fábrica, imagínate. Desde entonces todo fue esfuerzo y trabajo duro”, explica una jubilada.
Las renuncias personales fueron inevitables. “Mi padre murió cuando era un bebé, mi madre quedó inválida y tuve que dejar mi empleo tras 27 años para cuidarla. No me casé para no dejarla sola”, comparte una mujer con resignación.
“No esperéis que las cosas caigan del cielo”
Pese a los lamentos, todos los testimonios se convierten en una especie de legado para los jóvenes. Los consejos giran siempre en torno al esfuerzo, la educación y el respeto. “No esperéis que las cosas caigan del cielo, hay que trabajar duro y estudiar mucho”, afirma un jubilado. Otra entrevistada lo concreta aún más: “A mis nietos siempre les digo que estudien. Sin estudios no se llega a ningún sitio”.
También hay advertencias sobre lo que no hacer: “Nada de perder el tiempo en el sofá, ni distracciones fáciles. Hay que luchar por lo que uno quiere”.
Estas palabras, con arrepentimientos y enseñanzas, son la muestra de que estos jubilados coinciden en lo mismo y es, que la vida hay que aprovecharla. “Si solo valoras lo grande, lo pequeño se te escapa”, reflexiona un hombre. Otro lo resume con un consejo directo: “Disfrutad de lo cotidiano, de lo sano, de lo que parece insignificante. Porque cuando te quieres dar cuenta, la vida ya voló”.