Lo que empezó como una tarde de curiosidad por los true crimes terminó, según cuenta Mabel, con una orden judicial, un interrogatorio y su móvil requisado. Su historia se ha hecho viral y ha desatado un debate sobre la privacidad en la era de la inteligencia artificial.
“Ten cuidado con lo que le cuentas a ChatGPT”. Así empieza el vídeo de Mabel, una creadora de contenido aficionada al true crime que ha dejado a medio TikTok con la boca abierta al contar lo que le ocurrió. En su historia, asegura que la policía la citó a declarar después de hacer preguntas comprometidas a la inteligencia artificial de OpenAI.
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“Tenemos una orden de registro de tu teléfono”
Según cuenta, su curiosidad por los casos criminales le llevó a hacer preguntas del tipo: “¿Cuánto tarda un cuerpo en deshacerse en ácido?”, “¿Cómo se elimina el ADN de una escena?”, o “¿Qué pasa si entierras algo en el bosque?”. “Yo soy fan del true crime”, insiste, “pero si alguien veía mis búsquedas desde fuera, pensaría que estaba planeando un asesinato”.
Días después, asegura, recibió una notificación judicial para acudir a declarar. Ella pensó que sería por algo relacionado con algún robo en el centro comercial donde trabaja, pero al llegar se llevó la sorpresa: “Me dicen que tienen una orden para registrar mi teléfono móvil”, explica. “Y me enseñan un montón de hojas impresas con mis conversaciones con ChatGPT”.
Según su relato, los agentes comenzaron a hacerle preguntas sobre las búsquedas: “que por qué había preguntado eso, de qué cuerpo hablaba, de qué bosque… yo no entendía nada”, explica.
“Pensé que era una broma o una cámara oculta”
Mabel asegura que pasó horas en una sala mientras revisaban su teléfono. “No podía hablar con nadie ni explicar lo que estaba pasando”, dice. Finalmente, los agentes la dejaron ir tras confirmar que no había nada sospechoso. “Me devolvieron el móvil, me desearon un buen día y me mandaron para casa”, relata entre risas. “Y así fue como ChatGPT me mandó a la policía”.
Mabel ha conseguido que su historia recorra TikTok a toda velocidad y que medio internet se pregunte si la inteligencia artificial puede llegar tan lejos. Su relato mezcla miedo, humor y una dosis de surrealismo, ingredientes que explican por qué se ha hecho viral en cuestión de horas. Sea real o no, su advertencia ya ha quedado como un nuevo lema en redes: “Ten cuidado con lo que le cuentas a ChatGPT.”
¿Podría ChatGPT avisar a la policía de verdad?
El experto en tecnología Alan Daitch ha asegurado en sus redes que ChatGPT puede notificar a la policía si detecta conversaciones sobre la comisión de delitos graves. Según explica, el sistema escanea los mensajes en busca de “contenido dañino” y, si considera que hay una amenaza real hacia otras personas, la conversación se deriva a un equipo humano que puede llegar a avisar a las autoridades.
OpenAI lo confirma parcialmente en su web, en un apartado titulado ‘Ayudando a las personas cuando más lo necesitan’. La compañía detalla que, en casos de riesgo inminente para terceros, un grupo especializado puede intervenir. Sin embargo, ese protocolo no aplica si la amenaza es hacia uno mismo: en esos casos, ChatGPT se limita a ofrecer recursos de ayuda y líneas de apoyo emocional.
Daitch considera que esta diferencia es “muy polémica en términos de privacidad y vigilancia digital”, sobre todo porque, según afirma, ya se han visto “los primeros casos de crímenes graves cometidos en complicidad con la IA”. Desde OpenAI, por su parte, insisten en que se trata de un sistema aún en revisión y que su prioridad es proteger a las personas sin invadir su intimidad.