La OCU advierte: 1,4 millones de personas están en grave riesgo de exclusión financiera en España

Sobre 1.400.000 personas están en riesgo de exclusión de financiera en España. Una situación agravada por las 24.741 oficinas bancarias que han cerrado desde 2008.

La falta de acceso a servicios bancarios es el principal motivo
Esperanza Murcia

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de que alrededor de 1.400.000 personas en España se encuentran en grave riesgo de exclusión financiera por no poder tener acceso a los servicios bancarios. Es la realidad que se desgrana de su estudio sobre exclusión financiera en el mundo rural, realizado con la financiación del Ministerio de Consumo.

Los datos recogidos, resultantes de una encuesta a más de 2.000 individuos de municipios menores de 5.000 habitantes, manifiestan que la ausencia de oficinas bancarias o la falta de capacidades y destrezas digitales para operar en cajeros o por internet afecta a la población mayor de 65 años residente en estos municipios. Se trata de factores de riesgo de exclusión. 

¿A qué se debe? El estudio destaca el proceso de cierre de oficinas iniciado en 2008, provocando la desaparición de un total de 24.741 que ha afectado al 42% de los residentes en pequeños municipios. Teniendo estos datos en cuenta, el 20% de estos municipios carece de oficina bancaria. Esto se traduce en que los vecinos tengan que desplazarse obligatoriamente una media de 10,6 kilómetros o pagar más comisiones para acceder al efectivo. 

También se presentan desigualdades regionales, señalando la OCU que el 38% de los habitantes de pequeños municipios de Castilla y León no disponen de ninguna oficina bancaria, frente al 5% de Andalucía. ¿Cómo afectan todos estos datos? El informe revela que estos residentes son “claramente” más reacios a usar la tarjeta de crédito y realizar operaciones o compras por internet.

Se puede decir que la edad “es el factor determinante”: el 40% de los mayores reconoce que la falta de conocimiento o destrezas es la principal razón por la que no utilizan tarjetas. Después le seguirían la distancia y la falta de confianza en la seguridad de este método. 

Otro aspecto que conviene destacar es el hecho de que la mitad de los mayores de 65 años tienen que recurrir a la ayuda de familiares o amigos para resolver cuestiones financieras. Y no se trata de operaciones complejas, sino algunas tan básicas como obtener dinero en efectivo, donde el 20% manifiesta que le acompaña alguna persona. Se puede hablar de una situación que compromete la independencia financiera de las personas mayores y que las hace vulnerables a posibles extorsiones financieras de terceros. 

Recomendaciones para evitar la exclusión financiera 

¿Se puede evitar la exclusión financiera? Existen una serie de recomendaciones, elaboradas por la OCU como conclusiones de su estudio, por la que se podría ahorrar en buena parte de la población. Son las siguientes: 

  • Garantizar el acceso a los servicios bancarios: mantener una infraestructura física viable que incluya servicios bancarios esenciales. En este sentido, señalan que el acceso al dinero en efectivo tendría que estar considerado como “Servicio Universal”. 

  • Desarrollar tecnologías inclusivas para realizar operaciones en cajeros automáticos de manera similar a la de oficinas (identificación biométrica, videollamadas o comandos de voz).

  • Mejorar la protección y seguridad de los mayores: el abuso financiero es la segunda causa de abuso en mayores, por lo que desde la entidad manifiestan que se desarrolle una norma específica de protección. También señalan que se creen equipos informáticos y entornos seguros en dependencias públicas donde se puedan ejecutar operaciones bancarias.

  • Plantear programas de alfabetización digital y financiera: formar a las personas mayores para que puedan manejar su dinero evitando la exclusión o la dependencia de terceros.

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