Elon Musk ha vuelto a hacer historia. El fundador de Tesla, que ideó la primera misión espacial únicamente con civiles a bordo, confirmó el aterrizaje de la cápsula ‘Crew Dragon’ después de estar orbitando durante tres días alrededor de la Tierra. En un vuelo histórico al no contar con ningún astronauta profesional a bordo y estar enfocado al turismo espacial.
Fue el pasado domingo cuando la nave, perteneciente a la también compañía de Elon Musk, SpaceX, aterrizó en la costa de la ciudad estadounidense de Florida, a orillas del océano Atlántico, llegando así al final de la misión Inspiration4. Se trató de un vuelo en el que estuvieron como protagonistas Jared Isaacman, Chris Sembroski, Hayley Arceneaux y Sian Proctoren.
Tal y como se confirmó desde SpaceX, este cohete orbitó alrededor de la Tierra a una velocidad de 28.160 kilómetros por hora y de manera automática. Esto hizo posible que los cuatro civiles integrantes de la tripulación pudieran disfrutar de una vuelta completa al planeta azul cada 90 minutos. Además, cabe destacar que se encontraba a una distancia de 575 kilómetros de la propia Tierra.
Se trata de la primera misión espacial únicamente comercial
Cabe destacar que esta misión espacial es la primera llevada a cabo por cuatro tripulantes civiles y ningún astronauta profesional perteneciente a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, en inglés, las sílabas NASA. Por lo que se trata de una expedición únicamente comercial, en la que la propia empresa espacial americana no tiene nada que ver.
Por lo que la compañía que dirige Elon Musk ha dado el ‘pistoletazo de salida’ a los viajes espaciales comerciales, iniciando así el turismo espacial. Algo que hasta antes del lanzamiento de la cápsula Crew Dragon estaba reservado para los astronautas que eran trasladados desde la Tierra hasta la estación espacial y viceversa.
Aunque el precio de la misma está aún lejos de lo que podría permitirse cualquier persona de a pie, ya que Jared Isaacman, quien ejerció labores de comandante en el aparato, pagó 55 millones de dólares por cada uno de los cuatro asientos que formaban parte de la cápsula, un total de 220 millones de dólares. Por lo que, hasta el momento, es un viaje que se prevé complicado para aquellos amantes del espacio que no sean multimillonarios.
El gesto benéfico de Isaacman
Pero el fundador de Shift4 Payments no viajó solo, y es que pagó él mismo los cuatro asientos que integraban la aeronave de la empresa de Musk. Uno de esos asientos fue destinado a él mismo, quien por primera vez iba a vivir una experiencia histórica, junto a él, ofreció otro asiento a Sian Proctor, vencedor de un concurso de vídeos virales. Un concurso el cual creó Isaacman en el que se recaudaron fondos para un hospital estadounidense de Saint Jude que está especializado en tratar a menores con cáncer.
Por último, los dos asientos que completaron la nave de SpaceX para este viaje espacial, de Elon Musk, fueron destinados, uno de ellos para Hayley Arcenaux, enfermera del propio hospital. Junto a ella, el último de los asientos disponibles que restaban fue destinado a Christopher Sembroski, ingeniero de datos que también donó una gran cantidad económica al hospital mencionado anteriormente.
La historia de superación de Hayley Arcenaux
Una de las personas que formaron parte de esta misión que propuso el empresario dueño de Tesla, Elon Musk, fue Hayley Arcenaux. Esta enfermera de 29 años que forma parte del hospital infantil Saint Jude fue diagnosticada con cáncer de huevos a la edad de 10 años, y sobrevivió al mismo, teniendo que llevar actualmente una prótesis de titanio interna en una pierna. Además, se ha convertido en la estadounidense más joven de la historia en protagonizar una misión especial.
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