Las clases en los colegios han cambiado en la última década. Ahora, además de las lecciones puramente teóricas, se ha dado especial importancia a lo que se conoce como educación en valores. A través del proceso educativo, se busca enseñar principios morales y actitudes como el respeto, la empatía, la solidaridad o la honestidad, para formar ciudadanos responsables y éticos.
En la misma línea, se incorporan lecciones sobre cómo llevar un estilo de vida saludable y, en lo que respecta a este último ámbito, a veces se recurren a prácticas que, para algunos padres, entran en un terreno pantanoso. Sobre esto ha hablado Helena Fernández, más conocida como ‘Mami de tres’, quien considera que se puede orientar, pero tampoco obligar a mantener un determinado menú.
“¿Esta nueva moda de los colegios ahora de obligarnos a educar a los niños como ellos quieren? Ejemplo, los lunes hay que llevar un lácteo a la hora del patio, los martes hay que llevar fruta, los miércoles hay que llevar frutos secos”, expone Fernández, añadiendo que “yo llevaré lo que a mí me dé la gana, o sea, mi hijo es mío, lo crío yo, lo educo yo y yo le pondré la comida que yo quiera”.
“Una cosa es que tú me orientas y otra es que tú me impongas a mí tu criterio”
Helena Fernández, conocida por reivindicar el papel fundamental de las amas de casa, como el trabajo que es, también crítica que, en ocasiones, se sobrepasan los límites a la hora de fomentar la autonomía de los niños: “luego está la otra parte, la de que cuando el niño entra al colegio tiene que ser autónomo y usted no le puede traer al niño nada. Si se ha dejado el estuche se aguanta. Si el niño no ha traído el desayuno, que se busque la vida porque claro, los niños tienen que ser autónomos”, manifiesta en tono de protesta.
Volviendo a la alimentación, señala que “una cosa es que tú me orientas ¿no? Que tú me pasas el menú del mediodía del comedor para que yo más o menos a la noche, pues si el niño ha comido proteína animal al mediodía, pues que no coma lo mismo a la noche. Perfecto”, explica, añadiendo que hasta ahí bien, “eso es orientarme, ayudarme”, pero que “otra es que tú me impongas a mí tu criterio”.
El video, como suele ser habitual, cosechó todo tipo de comentarios, con posturas distintas. “Bueno… en parte lo puedo entender… porque hay padres que con tal de no hacer, le meten todos los días bollería industrial”, “si vierais las mierdas que llevan algunos niños para desayunar, entenderíais que haya programas de alimentación saludable, cada vez hay más enfermedades derivadas de la alimentación basura que llevan la mayoría de los habitantes de este país”, son algunos comentarios que vienen a revisar su discurso.
Por otro lado, están las que se muestran a favor: “En mi época mi madre me ponía lo que ella quería y punto. ¡Bien sana estoy! ¡Hay tantas modas absurdas dios mío!” o “¡Real! A mí me ponían punto negativo por no llevar lo que decían, pero no se paran a pensar si de verdad mis padres podían permitirse semejante tontería”, son algunos de estos otros comentarios.