Muchos consumidores piensan que ahorrar en la cesta de la compra supone una pérdida de calidad en el producto en estos momentos en los que ha subido, sobre todo, el precio de los frescos. Uno de estos, donde más se nota la subida, es en el pescado, que en ocasiones, queda fuera de la lista de la compra al no poder asumirse su alto coste.
Pero hay trucos para afrontar esta subida, como el que ha revelado el pescadero Jeferzon López en sus redes sociales (@lopezjeferzon), y se encuentra en Mercadona, donde el pescado de pescadería puede salir mucho más rentable que el congelado o envasado.
"Este pescado fresco en Mercadona cuesta la mitad que congelado", ha asegurado López, animando a sus seguidores a buscar bien y a preparar el pescado en casa. Dos consejos útiles para reducir los gastos a final de mes.
Uno de estos pescados: el salmón del Mercadona
El salmón se posiciona como uno de los productos insignia en la pescadería de la cadena de Juan Roig e ilustra claramente la brecha de precios. Mientras que el coste de los filetes procesados y congelados se acerca a los 25 euros el kilo, la adquisición de una pieza completa puede suponer un ahorro de casi el 50%.
La explicación radica en la conveniencia: el precio superior no corresponde a la materia prima, sino al servicio de tenerlo limpio y troceado. Según subraya López, “cuando lo compras entero y lo trabajas en casa, no solo ahorras dinero, sino que también aprovechas mucho más el producto".
Hacer el despiece en casa multiplica las opciones: permite obtener cortes personalizados y reciclar los restos, como las espinas, para preparar fumets o sopas, logrando un aprovechamiento total del pescado.
Ahora bien, ¿cómo filetear el pescado en casa?
Muchos consumidores evitan comprar el pescado entero por evitar la tarea de tener que limpiarlo ellos mismos, pero el pescadero aclara que "solo necesitas una tabla amplia, un cuchillo flexible y unas tijeras de cocina".
Partiendo de haber limpiado las vísceras del pescado, algo que se puede pedir en pescadería, se retiran cabeza y cola para sopas y se separan los filetes cortando a lo largo de la espina. Después, basta con usar pinzas para limpiar las espinas y deslizar el cuchillo desde la cola para quitar la piel. El resultado sirve tanto para cocinar al fuego como para platos fríos.
Con unas pinzas de cocina se eliminan las espinas y, si se desea, también la piel. Este paso es tan sencillo como sujetar la cola con firmeza y deslizar el cuchillo en un movimiento suave hasta separarla por completo. El resultado son lomos listos para el horno, la plancha o incluso para un tartar casero. Con un poco de costumbre, López afirma que la tarea se puede llegar a realizar en 10 minutos. "La primera vez cuesta, pero luego es muy rápido y gratificante", destaca.
Así, el ahorro se nota, pero también lo hace la satisfacción de preparar el pescado en casa. Sentir que se aprovecha el producto al 100% es, para el pescadero, "un plus que hace que la cocina tenga más sentido".
Es un hábito que favorece la sostenibilidad: cada parte del animal —cabezas, espinas, carne y piel— encuentra su lugar en distintas recetas, desde sopas hasta crujientes. Como él mismo recuerda, "de un pescado entero salen muchos platos diferentes".
Más recomendaciones para ahorrar en la cesta de la compra
El salmón es solo un ejemplo de una regla general: comprar el producto entero (como el pollo, evitando las bandejas de piezas) es clave para el ahorro, según López. También aconseja huir de los precocinados, que encarecen la compra por su comodidad. "Lo fresco es más barato y mucho más sano", señala.
Los congelados básicos (verduras o pescados) son una buena alternativa si se comprueba que son más baratos que los frescos.