Celanese, uno de los mayores fabricantes mundiales de acetato de celulosa, que es la fibra con la que se hacen la mayoría de los filtros de cigarrillos, quiere cesar la actividad de su planta de Lanaken (Bélgica) en la segunda mitad de 2026. Este material, el acetato de celulosa, ha tenido que hacer frente a condiciones difíciles y la creciente incertidumbre en el entorno normativo a pocos días de la COP11, que pone sobre la mesa la prohibición de los filtros y apostar por el cigarro del siglo pasado.
El cierre previsto, según recoge el medio FinanzNachrichten y Euractiv, también se debe a la necesidad de optimizar la estructura de costes de la empresa, especialmente teniendo en cuenta los altos costes energéticos y operativos asociados a la planta de Lanaken. Según las estimaciones iniciales, unos 160 trabajadores se verán afectados por el cierre de la fábrica, anunciando esta que iniciará próximamente un proceso de información y consulta con los sindicatos.
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Asimismo, han comunicado que mantendrán el suministro a los clientes y negociará con las autoridades locales la transición del emplazamiento. Cabe destacar que Celanese vende filtros de cigarrillos en España. Aunque la empresa no comercializa directamente productos al consumidor final, su acetato de celulosa se utiliza por fabricantes que distribuyen en el mercado español. En concreto, en España marcas como OCB, Smoking, RAW o Rizla comercializan filtros fabricados con acetato de celulosa, que es el tipo de filtro producido por Celanese.
Contexto regulatorio: COP11 y la agenda ambiental
La decisión llega a pocas semanas de la COP11 del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco, que se celebrará del 17 al 22 de noviembre en Ginebra y en la que varios países debatirán medidas para reducir el daño sanitario y ambiental del tabaco, incluida la prohibición de los filtros por su carácter de plástico de un solo uso, medida que España ha comunicado que está a favor.
La Unión Europea ya ha actuado en este frente ambiental a través de la Directiva de plásticos de un solo uso (2019/904), que no prohíbe los filtros pero impone obligaciones de marcado, campañas e información sobre residuos, además de responsabilidad ampliada del productor. Sin embargo, varios actores piden ir más allá hacia un veto comunitario y en las últimas semanas ha circulado un borrador de posición de la UE para la COP11 que endurece su postura frente a productos con nicotina de un solo uso, aunque el contenido definitivo aún debe aprobarse.
Realmente, aunque existe apoyo dentro de la UE a endurecer la posición sobre estos productos, no hay consenso para un veto comunitario, y países como Alemania e Italia se han mostrado reacios a una prohibición de los filtros en el corto plazo y se desligan de la opinión de España.
España participa en ese marco europeo y forma parte de una cadena de suministro que abastece de filtros de acetato de celulosa al mercado nacional. Si prospera la prohibición de los filtros, el impacto se extendería a fabricantes intermedios y a la distribución minorista (estancos).
Comunicado de los estanqueros por el cierre de estancos y cambios en la edad mínima de acceso y venta
La Unión de Asociaciones de Estanqueros de España también ha manifestado su rechazo a la reducción de puntos de venta que se discute en el contexto regulatorio y advierte del auge del comercio ilícito que llevaría intrínseco. El debate en torno a la COP11 incluye limitar el número de licencias para vender tabaco y desde la patronal de estanqueros rechazan frontalmente esa posibilidad por su impacto económico en un tejido de más de 13.000 estancos (en su mayoría negocios familiares), con licencias que pueden alcanzar los 150.000 euros, tal y como se hicieron eco medios como ‘El Plural’.
El sector alerta de una disrupción en la red minorista y de un posible impulso al comercio ilícito, que en algunas ciudades ya rondaría el 20% del consumo, según informaciones publicadas recientemente. Por ello, la patronal ha hecho público su desacuerdo en comunicados y en medios sectoriales y generalistas.
En el frente sanitario, varios países están promoviendo fórmulas de restricción por generación (prohibición de venta a nacidos a partir de una fecha), con el objetivo de cortar el relevo en el consumo. La UE acude a la COP11 con una posición común alineada con una agenda más estricta, lo que anticipa tensiones en Estados con fuerte peso económico del tabaco, como España. Ahora, estas medidas, de adoptarse, requerirían después concreción legal en cada jurisdicción.
Otra de las líneas de discusión pasa por eliminar las subvenciones al cultivo del tabaco, en línea con el artículo 17 del Convenio Marco, con efectos especialmente sensibles en Extremadura, principal zona productora en España. El sector augura consecuencias sobre empleo y renta agraria si se aplica un recorte brusco de apoyos públicos.
Dos posiciones enfrentadas
A modo de conclusión, mientras los estanqueros piden preservar la capilaridad de la red para evitar desvíos al mercado ilegal, organizaciones de salud pública y ambientales reclaman ir más allá del marco actual por el impacto sanitario y ambiental del tabaco. La resolución final de la COP11 fijará un marco de referencia, pero cualquier cambio de calado en España exigiría trámite normativo posterior a escala comunitaria y nacional.